La rana que ha dejado atónitos a los biólogos: sus bebés más grandes que los especímenes adultos

¿Por qué la rana Pseudis paradoxa llama tanto la atención de la comunidad científica? La clave está en el increíble tamaño de los renacuajos.

La rana Pseudis paradoxa es peculiar, ya que los renacuajos son mucho más grandes que las ranas adultas. / Wikipedia

El proceso evolutivo de los anfibios es muy curioso, ya que se trata de un tipo de especies que cuenta con habilidad para vivir en el agua y sobre el firme. Las ranas son unos animales que disfrutan de una serie de elementos evolutivos muy interesantes. En el día de hoy queremos hablarte de la rana Pseudis paradoxa, una especie que llama la atención por el increíble tamaño que tienen las crías en comparación con el de aquellas consideradas adultas. ¿A qué se debe esta apreciación y por qué atrae la atención de la comunidad científica?

Crías más grandes que adultas, el curioso fenómeno que afecta a la rana Pseudis paradoxa

Los renacuajos que terminan convirtiéndose en ranas adultas tienen un tamaño hasta cuatro veces más grande que estas últimas. Se trata de un capricho de la naturaleza al que no hay que encontrar explicación alguna. Para entender las increíbles dimensiones de estas crías, basta con ver la longitud que pueden llegar a alcanzar en su máximo apogeo. Cada renacuajo puede medir hasta 16,8 centímetros (algunos criados en laboratorio han llegado a medir 23,8 centímetros), convirtiéndose en uno de los más grandes de cuantas especies de ranas existen.

Un estudio llevado a cabo en el año 2009 pudo comprobar cómo este proceso evolutivo ocurría únicamente en 11 especies derivadas de la misma familia Pseudis. Este fenómeno se ha mantenido a lo largo de la historia, pero no deja de ser curioso ver cómo no paran de crecer los renacuajos con el paso del tiempo antes de metamorfosearse en rana. Durante este último proceso tiene lugar la pérdida de varios componentes del cuerpo, tales como la cola que, hasta entonces, había servido para moverse por el agua.

El análisis científico de lo que ocurre para que haya tanta disparidad de tamaño no se ha llevado a cabo todavía, pero se espera que pueda tener lugar a lo largo de los próximos años. Se cree, no obstante, que la hormona prolactina podría ser la posible culpable de que se produzcan estos cambios. Sea como fuere, habrá que esperar aún un tiempo para ver si se producen avances en la materia o si, por el contrario, se corrobora esta hipótesis.

Estas ranas viven, sobre todo, en los ecosistemas de América Central y del Sur, incluidas las islas caribeñas de Trinidad. Por lo demás, tienen comportamientos semejantes a la mayoría de especies de la misma familia, incluida la capacidad para brillar por la noche. Eso sí, no se trata de ranas venenosas. Sin duda alguna, su principal distinción radica en la ya mencionada disparidad de tamaño entre las crías y las ranas en edad adulta.

Urban Tecno