Un momento de peligro histórico: Todavía faltan 90 segundos para la medianoche.

Declaración del reloj del fin del mundo 2024

Un momento de peligro histórico: aún faltan 90 segundos para la medianoche

Tendencias siniestras continúan apuntando al mundo hacia una catástrofe global. La guerra en Ucrania y la dependencia generalizada y creciente de las armas nucleares aumentan el riesgo de una escalada nuclear. China, Rusia y Estados Unidos están gastando enormes sumas de dinero para ampliar o modernizar sus arsenales nucleares, lo que aumenta el peligro siempre presente de una guerra nuclear por error o error de cálculo.

En 2023, la Tierra experimentó el año más caluroso jamás registrado y enormes inundaciones, incendios forestales y otros desastres relacionados con el clima afectaron a millones de personas en todo el mundo. Mientras tanto, se aceleraron los rápidos y preocupantes avances en las ciencias biológicas y otras tecnologías disruptivas, mientras que los gobiernos sólo hicieron débiles esfuerzos para controlarlos.

Los miembros del Consejo de Ciencia y Seguridad han estado profundamente preocupados por el deterioro del estado del mundo. Es por eso que fijamos el Reloj del Juicio Final a dos minutos para la medianoche en 2019 y a 100 segundos para la medianoche en 2022. El año pasado, expresamos nuestra mayor preocupación al mover el Reloj a 90 segundos para la medianoche, lo más cercano a una catástrofe global que jamás haya existido. Esto se debe en gran parte a las amenazas rusas de utilizar armas nucleares en la guerra de Ucrania.

Hoy, una vez más fijamos el Reloj del Juicio Final a 90 segundos para la medianoche porque la humanidad continúa enfrentándose a un nivel de peligro sin precedentes. Nuestra decisión no debe tomarse como una señal de que la situación de seguridad internacional ha mejorado. En cambio, los líderes y ciudadanos de todo el mundo deberían tomar esta declaración como una cruda advertencia y responder con urgencia, como si hoy fuera el momento más peligroso de la historia moderna. Porque bien puede serlo.

Pero es posible hacer que el mundo sea más seguro. El Reloj puede alejarse de la medianoche. Como escribimos el año pasado: “En esta época de peligro global sin precedentes, se requiere una acción concertada y cada segundo cuenta”. Esto es igualmente cierto hoy.

Las múltiples dimensiones de la amenaza nuclear

Un fin duradero de la guerra de Rusia en Ucrania parece distante, y el uso de armas nucleares por parte de Rusia en ese conflicto sigue siendo una posibilidad seria. En febrero de 2023, el presidente ruso Vladimir Putin anunció su decisión de “suspender” el Nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (Nuevo START). En marzo anunció el despliegue de armas nucleares tácticas en Bielorrusia. En junio, Sergei Karaganov, asesor de Putin, instó a Moscú a considerar el lanzamiento de ataques nucleares limitados en Europa occidental como forma de llevar la guerra en Ucrania a una conclusión favorable. En octubre, la Duma rusa votó a favor de retirar la ratificación por parte de Moscú del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares, mientras el Senado de Estados Unidos seguía negándose incluso a debatir la ratificación.

Los programas de gasto nuclear en las tres mayores potencias nucleares (China, Rusia y Estados Unidos) amenazan con desencadenar una carrera armamentista nuclear a tres bandas a medida que la arquitectura de control de armamentos del mundo colapsa. Rusia y China están ampliando sus capacidades nucleares y aumenta la presión en Washington para que Estados Unidos responda de la misma manera.

Mientras tanto, otras posibles crisis nucleares se agravan. Irán continúa enriqueciendo uranio hasta alcanzar un grado cercano al de armas, mientras obstaculiza a la Agencia Internacional de Energía Atómica en cuestiones clave. Parece poco probable que los esfuerzos para restablecer un acuerdo nuclear con Irán tengan éxito, y Corea del Norte continúa construyendo armas nucleares y misiles de largo alcance. La expansión nuclear en Pakistán y la India continúa sin pausa ni restricciones.

Y la guerra en Gaza entre Israel y Hamas tiene el potencial de escalar hasta convertirse en un conflicto más amplio en Medio Oriente que podría plantear amenazas impredecibles, a nivel regional y global.

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