El turismo se refunda en la era de la Inteligencia Artificial y el Metaverso

Los impactos ambientales redefinirán el panorama de la industria turística gracias a la eclosión de nuevas tecnologías.

Las futuras tecnologías abren una experiencia inédita al turismo. / Generador de imágenes de la IA de Bing para T21/Prensa Ibérica, desarrollada con tecnología de DALL·E.

Nos encontramos en el umbral nunca visto de un emocionante capítulo en la historia del turismo. Una era en la que los cambios socioeconómicos, la inteligencia artificial y los mundos virtuales expandidos redefinen el uso de nuestro tiempo libre. La clave para el turismo español será abrazar esta ola de cambio y surfearla con curiosidad, adaptabilidad y un enfoque en la excelencia y autenticidad de las experiencias turísticas ofrecidas.

En un mundo en transformación y en crisis en el que han irrumpido con fuerza arrolladora la Inteligencia Artificial (IA) y el Metaverso, se unen también los fenómenos extremos de la emergencia climática y la crisis medioambiental: los cambios para adaptarse a estos impactos combinados, ya muy visibles en 2023, podrían redefinir el panorama de la industria del turismo en 2024 y toda la década, modificando el modelo tal cual lo conocemos hoy.

La inteligencia artificial, unida a la oleada de la realidad mixta en los hogares que impulsan Meta, las plataformas sociales y Apple en 2024, van a catalizar transformaciones significativas en la sociedad, llevando de vuelta a las personas a sus casas, a sus úteros habitacionales, como refugios de seguridad (climática también), confort y sobre todo porque ofrecen ocio personalizado, tanto a nivel individual como familiar.

También es posible que lleven a los trabajadores a sus casas, pero no tanto por el fenómeno del teletrabajo, que en España y Europa no acaba de despegar, sino por los cambios que se irán produciendo en el mercado laboral y porque, asimismo, como auguran algunos expertos, progresivamente muchos trabajadores reducirán su jornada laboral y otros abandonarán el mercado de trabajo, prejubilándose o convirtiéndose en parados por no saber incorporar la IA en su desempeño profesional.

Ruidos sobre el turismo

¿Pero esto qué tiene que ver con el turismo? Lo cierto es que al menos el ruido está presente, y cuando el río suena, agua lleva. Veamos algunos ejemplos: El diseño y aplicación de propuestas legislativas para la reducción de las horas de trabajo en países como España, Bélgica, Francia, Australia y la República Checa, perfila un futuro repleto de posibilidades para destinos turísticos, en línea con los pronósticos sobre el impacto de la IA en el mundo laboral.

Se trataría de darle la vuelta a la situación y de aprovechar las nuevas condiciones sociales. No solo Meta, Google, Amazon, Netflix o Meta pueden aprovechar lo que parece inevitable, sino que también el turismo tiene que ofrecer nuevas propuestas acopladas a los cambios. El turismo no es un ente ajeno a la sociedad, el turismo es, en muchos sentidos, la sociedad.

La posibilidad de que tengamos jornadas laborales más cortas, y con ello probablemente menores ingresos, va a representar un arma de doble filo para el sector turístico, ya que abre un abanico de oportunidades al mismo tiempo que presenta desafíos únicos que el sector deberá afrontar.

¿Pero esto qué tiene que ver con el turismo? Lo cierto es que al menos el ruido está presente, y cuando el río suena, agua lleva. Veamos algunos ejemplos: El diseño y aplicación de propuestas legislativas para la reducción de las horas de trabajo en países como España, Bélgica, Francia, Australia y la República Checa, perfila un futuro repleto de posibilidades para destinos turísticos, en línea con los pronósticos sobre el impacto de la IA en el mundo laboral.

Se trataría de darle la vuelta a la situación y de aprovechar las nuevas condiciones sociales. No solo Meta, Google, Amazon, Netflix o Meta pueden aprovechar lo que parece inevitable, sino que también el turismo tiene que ofrecer nuevas propuestas acopladas a los cambios. El turismo no es un ente ajeno a la sociedad, el turismo es, en muchos sentidos, la sociedad.

La posibilidad de que tengamos jornadas laborales más cortas, y con ello probablemente menores ingresos, va a representar un arma de doble filo para el sector turístico, ya que abre un abanico de oportunidades al mismo tiempo que presenta desafíos únicos que el sector deberá afrontar.

El aprendizaje de nuevas habilidades se podría posicionar como una tendencia clave en el turismo del futuro. / generador de imágenes de la IA de Bing para T21/Prensa Ibérica, desarrollada con tecnología de DALL·E.

Otras variables

Si salen bien estas teorías, el panorama pinta muy bonito, sin embargo, surge la pregunta: ¿Es posible mantener o incluso superar nuestros ingresos actuales sin un incremento proporcional en las horas de trabajo reales y productivas? Esta incógnita añade dudas sobre nuestro futuro laboral y económico. Asumiendo un escenario donde tendremos más tiempo libre pero menos capacidad de compra, exploremos también cómo esto podría cambiar los modelos turísticos.

Con más tiempo libre, es probable que los viajeros opten por estancias más largas, buscando sumergirse en culturas locales y experiencias auténticas y profundas. Esta tendencia ya forma parte emergente del nuevo turista que huye de los lugares comunes para instagramear o hacerse un selfie.

Este cambio, de extenderse, implicaría un turismo más integrado con las comunidades locales. La economía colaborativa jugaría un papel importante, con plataformas de intercambio de casas, habilidades y tiempo ganando popularidad y haciendo el turismo más accesible, sostenible y social. Además, los nómadas digitales, tanto personales como empresariales, ganarían presencia y se consolidarían como un segmento importante, hasta ahora relativamente residual y oportunista

Las micro experiencias podrían asimismo ganar terreno, con viajeros aprovechando fines de semana prolongados y días libres adicionales para escapadas que se adaptarían a sus presupuestos más bajos.

Las “Staycations“:(disfrutar del ocio asociado al turismo cerca de casa) podrían volverse más populares ante la conjugación de ingresos limitados y más tiempo libre. El turismo local, fortalecido por la incertidumbre económica, podría experimentar un auge significativo, con viajeros descubriendo verdaderas joyas ocultas en sus propios países.

Las instituciones podrían apoyar las economías locales, potenciando los albergues públicos ahora solo ocupados por jóvenes, por ejemplo. El turismo de cercanía también comporta un potencial mejor conocimiento del tiempo local y las mejores épocas para desplazarse.

¿Lo intentamos?

¿Un nuevo IMSERSO de destinos de cercanía o nuevos bonos como los que surgieron de la pandemia para potenciar al maltrecho turismo?, ¿veremos algo así en 2024 y siguientes, debemos potenciarlo? ¿Acabaremos impulsando una adaptación de estos modelos a todo tipo de edades? ¿Podríamos estar hablando en un futuro de inventar un ingreso básico para viajar, un “Basic Travel Income”? En España no se nos reconoce mundialmente por nuestra capacidad de innovación, pero sí como líderes en turismo, ¿lo intentamos?

El aprendizaje de nuevas habilidades se podría posicionar como una tendencia clave, aprovechando el tiempo de ocio en una oportunidad para el enriquecimiento personal y profesional en un destino atractivo.

Combinar el ocio con la formación es algo que ya se ha experimentado en países anglosajones, e incluso la Costa del Sol, Málaga, parece ideal para esto: tanto para el desarrollo de habilidades relacionadas con la innovación tecnológica o actividades más artísticas, humanistas y sociales, como las estancias de artistas en lugares privilegiados, que ya se viene haciendo, de forma pionera, en las islas o Cataluña.

El turismo de salud y bienestar también podría ganar relevancia, con un enfoque en estilos de vida saludables y retiros de relajación y de desconexión digital combatiendo la plaga del empeoramiento de la salud mental de una sociedad hiperconectada al ocio barato y enervante de las redes sociales ofrecido por las grandes tecnológicas.

Los nómadas digitales irán a más y marcarán la pauta del turismo. / Generador de imágenes de la IA de Bing para T21/Prensa Ibérica, desarrollada con tecnología de DALL·E.

Turismo firtual

La nueva ola del turismo firtual (mezcla de físico y virtual), que combina elementos del mundo físico y virtual, ganará terreno. Esta modalidad, apoyada en la realidad expandida, en el mundo expandido, ofrecerá experiencias accesibles a todos, entrelazando vivencias virtuales con experiencias reales.

El científico, doctor en ecología del CSIC, Fernando Valladares, comentaba hace poco que: “Un estudio de la Universidad de Cornell indica que el medio ambiente también podría beneficiarse del Metaverso.

El equipo utilizó modelos basados en Inteligencia Artificial para analizar datos de sectores clave -tecnología, energía, medio ambiente y empresa- y anticipar el crecimiento del uso del metaverso y el impacto de sus aplicaciones más prometedoras: trabajo a distancia, viajes virtuales, aprendizaje a distancia, juegos y fichas no fungibles (NFTs), como cromos digitales. Los investigadores proyectaron la expansión del Metaverso hasta 2050. También tuvieron en cuenta la cantidad de energía que consumiría un uso cada vez mayor”.

El modelo sugería que en 30 años el Metaverso inteligente sería adoptado por más del 90% de la población. El estudio señala que para 2050 la industria del metaverso podría reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en 10 gigatoneladas; disminuir la concentración atmosférica de dióxido de carbono en 4,0 partes por millón.

Ya hoy existen diferentes iniciativas comentadas en estas páginas, de turismo firtual apoyándose en sistemas de gestión de NFTs, como coleccionables de cromos, los NFT Management System. Esto permite reducir costos y “gamificar” las experiencias de los viajeros.

Nueva era turística

Es difícil adivinar el futuro, pero esta convergencia de IA, Metaverso, crisis climática y medioambiental, combinadas con la reducción de las horas de trabajo, podrían dar forma a un turismo caracterizado por experiencias más ricas, personalizadas, locales y tecnológicamente avanzadas. Esta nueva era del turismo promete no solo beneficiar a los viajeros, sino también enriquecer las comunidades y fomentar un turismo más sostenible y consciente.

La personalización será clave, y la capacidad de adaptarse rápidamente a las nuevas demandas y tecnologías marcarán la diferencia entre un destino que prospera y otro que se queda atrás.

La clave estará en aprovechar estas tendencias emergentes y utilizar la tecnología para realzar, no reemplazar, la autenticidad y la conexión humana en las experiencias de viaje. El turismo de la era de la inteligencia artificial no es solo un panorama de vacaciones; es una ventana hacia formas de vida más equilibradas, donde el ocio, el aprendizaje y el bienestar se entrelazan.

En conclusión, nos encontramos en el umbral nunca visto de un emocionante capítulo en la historia del turismo. Una era donde los cambios socioeconómicos, la inteligencia artificial y los mundos virtuales expandidos redefinen el uso de nuestro tiempo libre. La clave para el turismo español será abrazar esta ola de cambio y surfearla con curiosidad, adaptabilidad y un enfoque en la excelencia y autenticidad de las experiencias turísticas ofrecidas.

(*) Jimmy Pons es reconocido a nivel internacional como pionero innovador en la introducción de las nuevas tecnologías y de Internet en el mundo del turismo. Busca el equilibrio entre lo humano, lo sostenible y lo tecnológicamente avanzado. Desde 1996 desarrolla proyectos de innovación turística en España y Latinoamérica. Alejandro Sacristán es periodista de divulgación científica. Pionero y ponente en tecno pop, arte tecnológico, cultura digital y en realidad virtual inmersiva y mundos virtuales sociales persistentes. Ponente TEDx en la Universidad de San Luis Madrid y en The Valley TEDxParquedelOeste.

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