Estas son las drogas más peligrosas del mundo

Hoy en día, nos enfrentamos al aumento del consumo de drogas peligrosas y letales; por ejemplo, AH-7921 y cocaína. Detallamos lo que necesitas saber de estas y otras sustancias nocivas.

rebcenter-moscow / Pixabay

El consumo de drogas es un problema global que no deja de crecer, incluso de aquellas consideradas como las más peligrosas del mundo. De acuerdo con el Informe Mundial sobre las Drogas 2023 de la Organización de las Naciones Unidas, el número de personas que recurre a psicoactivos sigue en aumento.

En este contexto alarmante, nuestro objetivo es arrojar luz, por lo que hablaremos de sustancias como la heroína, el crack, el fentanilo y otras que amenazan la salud y la vida de quienes caen en su trampa.

Mira cuáles son las drogas más peligrosas

El consumo de drogas afecta la salud pública, pues no solo llevan a la adicción, sino que acarrean un riesgo de mortalidad. Te invitamos a conocer en detalle cuáles son estas sustancias peligrosas y sus implicaciones.

1. Fentanilo

El fentanilo es un opioide sintético de acción rápida; según el National Institute on Drug Abusees entre 50 a 100 veces más fuerte que la morfina. Al igual que otros opioides, interactúa con los receptores del cerebro para alterar las respuestas al dolor. De acuerdo con la Administración de Control de Drogas, provoca los siguientes efectos:

  • Euforia
  • Mareos
  • Sedación
  • Confusión
  • Relajación
  • Somnolencia
  • Alivio del dolor
  • Náuseas y vómitos
  • Retención urinaria
  • Constricción pupilar
  • Depresión respiratoria

Peligrosidad

El fentanilo es sumamente letal, debido a su extrema potencia. Datos del Centro de Estadísticas Nacionales de Salud indican que las muertes por sobredosis de este aumentaron en un 30 % de 2019 a 2020 y luego otro 15 % de 2020 a 2021. En gran medida, esto se debe a la potencia del opiode en dosis pequeñas.

Y es que resulta una 50 veces más fuerte que la heroína, así que cualquier error en la dosificación o un uso incorrecto desencadenaría una sobredosis grave o mortal. Además, su acción rápida en el cerebro quizás lleve a la depresión respiratoria y otros efectos adversos. Es fundamental entender el riesgo que representa esta droga y utilizarla solo bajo supervisión médica.

2. AH-7921

La AH-7921 es un opioide sintético desarrollado en la década de 1970 con propósitos farmacológicos; pero su uso médico se redujo y, en la actualidad, se considera una droga de abuso debido a su peligrosidad.

Esta sustancia produce efectos similares a otros opioides, como la euforia, sedación, alivio del dolor y supresión de la ansiedad. También puede tener efectos secundarios no deseados como náuseas, vómitos y depresión respiratoria, que es una disminución delicada de la función pulmonar.

Peligrosidad

Aunque no es tan conocida como otras drogas opioides, su potencia es impredecible y es posible que una pequeña cantidad adicional ocasione una intoxicación comprometedora o letal. Además, su venta y utilización están prohibidas en muchas jurisdicciones, debido a su falta de uso médico legítimo y su alto potencial de abuso.

Su fabricación y distribución en el mercado ilegal carecen de control de calidad, lo que aumenta aún más su peligrosidad para quienes la consumen.

3. Heroína

La heroína es una sustancia ilegal en los Estados Unidos y en otras partes del mundo; pertenece a la clase de drogas conocidas como opioides. Se procesa a partir de un opiáceo llamado morfina.

La heroína se presenta en varias formas, siendo el polvo blanco o marrón y el alquitrán negro algunas de las más comunes. Se fuma, pero también se utiliza en inyecciones intravenosas, vía oral en píldoras y cápsulas e inhalando su vapor tras disolver el polvo.

Peligrosidad

Esta droga actúa afectando los receptores opioides en el cerebro, lo que induce la liberación de dopamina, un neurotransmisor asociado con el placer y la motivación. La sensación placentera tiende a llevar a un consumo compulsivo y, con el tiempo, el cerebro se vuelve dependiente de ella.

El uso prolongado genera cambios permanentes en la estructura cerebral y del sistema neuronal. Una revisión de Journal of Addictive Diseases sugiere que la heroína tiene un impacto directo y perjudicial en ciertas funciones cerebrales y que estos cambios están relacionados con la toma de decisiones impulsivas y poco saludables.

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Cabe señalar la posibilidad de que su empleo lleve a una sobredosis, la cual puede ser mortal. La naloxona es un medicamento para revertir una sobredosis de heroína. Sin embargo, su efecto es temporal y se debe buscar atención médica de inmediato.

4. Krokodil

La desomorfina o krokodil es una droga altamente destructiva y peligrosa que se originó en Rusia. Su nombre proviene de la apariencia que causa en la piel de los usuarios: se vuelve escamosa y con aspecto de cocodrilo.

Es una droga extendida en últimos años a otras partes del mundo, como Europa del Este y EE. UU., donde se utiliza como alternativa barata a la heroína. Se fabrica a través de una mezcla de tóxicos como codeína, gasolina, ácido clorhídrico, yodo y fósforo rojo, entre otros ingredientes nocivos. Muchos de estos son corrosivos y dañinos para los tejidos del cuerpo humano.

Peligrosidad

Esta se considera una de las sustancias más peligrosas en el mundo de las drogas ilícitas. Puede resultar mortal debido a su composición tóxica y destructiva. La administración por inyección directa provoca daños graves y rápidos en los vasos sanguíneos, tejidos y órganos.

Una revisión de la revista British Dental Journal encontró que, cuando se consume por vía oral, el krokodril produce osteonecrosis de los huesos maxilofaciales, un efecto secundario oral grave y mutilante. Otros aspectos bucales asociados a su consumo incluyen cambios en la mucosa, alto riesgo de caries y periodontitis.

Según un estudio de la Harm Reduction Journallos consumidores pueden sufrir úlceras, infecciones y gangrena, lo que a menudo da como resultado la amputación de miembros.

5. Cocaína y crack

La cocaína y el crack son dos formas de la misma droga. La primera se extrae de las hojas de la planta de coca. Dicho extracto se empleó en sus inicios con fines medicinales en forma de polvo. Por su parte, el crack es una variante sólida obtenida del procesamiento en pequeños cristales.

Ambas tienen riesgos para la salud y son adictivas. Producen un subidón intenso y rápido, que dura entre cinco a diez minutos. Sin embargo, esta euforia se acompaña luego de un fuerte bajón con tendencia a la depresión y un intenso deseo de consumir más.

Peligrosidad

Tanto la cocaína como el crack generan cambios en los circuitos de recompensa del cerebro, lo que conduce a un consumo compulsivo a pesar del daño que provoca. Un estudio en Molecular Psychiatry indica que las adaptaciones en dichos circuitos juegan un papel crucial en procesar las emociones y la motivación.

Su uso también conlleva a efectos psiquiátricos secundarios perjudiciales como el síndrome de Magnan. Este abarca manifestaciones como paranoia, alucinaciones, delirios y comportamiento violento e impredecible.

Ambas drogas conducen al riesgo de una sobredosis. El crack, en especial, resulta más peligroso debido a su rápida absorción y corta duración. A largo plazo, tiene efectos graves en la salud, como desnutrición, trastornos del movimiento, funcionamiento cognitivo deteriorado y psicosis.

6. Metanfetaminas

Las metanfetaminas son una clase de drogas estimulantes que afectan el sistema nervioso central. Su forma más común es el clorhidrato de metanfetamina, un polvo blanco o cristales que varían en apariencia. Este compuesto es bastante adictivo y potente.

En Japón, Hong Kong, Filipinas, Malasia, Indonesia y Arabia Saudita se le conoce como shabu. En concreto, se denomina así de forma coloquial a una de las tres variantes de la droga: el hielo o cristal.

Peligrosidad

Las metanfetaminas son una de las drogas más peligrosas del mundo debido a sus efectos adictivos que arrastran a una espiral de consumo destructivo. Pueden causar daños graves al sistema nervioso central y al cuerpo en general. Su uso prolongado arriesga a problemas devastadores de salud mental, física y sociales, por ejemplo:

  • Pérdida de peso y malnutrición.
  • Euforia y aumento de la energía.
  • Problemas de sueño y falta de apetito.
  • Agitación, paranoia y comportamiento violento.
  • Daño cerebral y deterioro cognitivo a largo plazo.
  • Aumento de la frecuencia cardíaca y presión arterial.
  • Daño a los dientes, conocido como «boca de metanfetamina».
  • Alteraciones graves en la salud mental, como psicosis y trastornos de ansiedad.

7. Ketamina

La ketamina es un anestésico que, en dosis más altas, provoca efectos analgésicos y alucinaciones. Se ha popularizado como droga recreativa ilegal, la mayor parte del tiempo consumida por inhalación o inyección y puede generar experiencias de desconexión entre mente y cuerpo. Esto último se conoce como K-hole o agujero K.

Peligrosidad

La ketamina es una de las drogas más peligrosas, en primer lugar, porque su consumo desconecta por completo de la realidad, lo que aumenta el riesgo de accidentes y comportamientos arriesgados.

Además, su potencial adictivo y los efectos negativos a largo plazo, como daño en la vejiga y trastornos mentales, la hacen una sustancia nociva para la salud física y mental. Su uso recreativo no controlado y su presencia en el mercado ilícito la convierten en una amenaza seria para la salud pública.

Drogas peligrosas: un llamado a la prevención

Para abordar el consumo de las drogas más peligrosas, es crucial promover la educación sobre los riesgos y consecuencias de ellas, en particular entre los jóvenes. Informar ayuda a evitar su uso inicial; además, es esencial garantizar que quienes ya están atrapados en la adicción tengan acceso a tratamientos efectivos y apoyo emocional.

El tratamiento de la adicción a estas sustancias suele involucrar desintoxicación, terapia cognitivo-conductual y manejo de contingencias, ya que no existen medicamentos específicos para su abordaje.

En resumen, prevenir el consumo y colaborar con quienes luchan contra la adicción es una responsabilidad compartida por toda la sociedad. Al trabajar juntos contribuimos con un mundo más seguro y saludable para todos.

LMEM