¿Influye el tipo de sangre en tu personalidad?

Desde hace algún tiempo se populariza la idea de que el tipo de sangre influye en la configuración de la personalidad. ¿Tiene esta la capacidad de modificar los patrones de conducta? Descubre qué dice la ciencia.

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La relación entre el tipo de sangre y la personalidad es un tema de discusión en la cultura popular, el cual cobra fuerza durante los últimos años. La idea de que el grupo sanguíneo de una persona influye en su personalidad se originó en Japón en la década de 1920 y, desde entonces, gana popularidad en otros países como Corea y Taiwán.

Sin embargo, a pesar de la persistencia de esta idea entre el público en general, no hay evidencia científica que respalde por completo la afirmación de que el tipo de sangre guarde relación con la personalidad. Todas las evidencias indican que se trata de una creencia y no de un hecho como tal. Así las cosas, en este artículo te mostraremos algunos de los alcances de la ciencia respecto al tema.

«Es un deber del hombre el emprender la conquista de su personalidad; es menester que su desarrollo sea su obra propia».

~ Pierre-Simon Ballanche ~

El tipo de sangre y la personalidad

En la actualidad se emplea el sistema ABO para determinar el tipo de sangre. Este sistema se basa en la presencia o ausencia de antígenos A y B en la superficie de los glóbulos rojos. Asimismo, en la presencia o ausencia de anticuerpos en el plasma sanguíneo. Los cuatro tipos de sangre que resultan de esta clasificación son A, B, AB y O.

Desde los años 20 circula la idea de que el tipo de sangre de alguien puede relacionarse con su personalidad, debido a diferencias en la composición química de la sangre o en la forma como funcionan ciertas enzimas. La supuesta correlación es la siguiente:

  • Personas con sangre tipo A: perfeccionistas y cuidadosas.
  • Personas con sangre tipo B: creativas y extrovertidas.
  • Personas con sangre tipo AB: intuitivas y espirituales.
  • Personas con sangre tipo O: sociables y confiables.

No obstante, el tema fue abordado en un estudio realizado en Japón y publicado en PloS one. Esta investigación examinó la relación entre el grupo sanguíneo y la personalidad, la cual se evalúo por medio del inventario de temperamento y carácter (TCI, por sus siglas en inglés) en una muestra de más de 1000 japoneses sanos.

Los resultados mostraron una asociación significativa entre el tipo de sangre y los rasgos de la persona, más en específico el rasgo de persistencia. No obstante, los autores alertaron que los resultados deben considerarse preliminares y tomarse con cautela, hasta que se logren conseguir evidencias científicas más precisas.

En este sentido, la relación entre la sangre y la personalidad carece de una base científica sólida, más aún si se tiene en cuenta que en el estudio citado con anterioridad se manifestaron varias limitaciones, como el hecho de no considerar aspectos como el estilo de crianza, las situaciones de vida estresantes, el nivel socioeconómico, entre otros.

Ciencia y creencia

Otra indagación sobre esta creencia popular, esta vez en la revista The Japanese Journal of Psychology, de manera muy puntual, indica que no existe un consenso científico sobre una relación entre el grupo sanguíneo ABO y los rasgos de personalidad.

Sin embargo, dentro de la población asiática tal idea parece estar tan arraigada que, incluso, puede alterar los resultados de las pruebas científicas, debido a la «contaminación del conocimiento».

Así lo detalla un estudio en International Journal of Social Science Studiesdonde los expertos encontraron que sí podía existir una relación, solo que no se asevera la certeza del hecho, porque los encuestados se encontraban demasiado condicionados por la creencia popular.

¿Por qué entonces tantas personas piensan que la tipología de sangre influye en la personalidad? No hay una respuesta única para esto. Algunas de las posibles razones son las siguientes:

  • Deseo de encontrar explicaciones simples: algunos prefieren creer en explicaciones simples para fenómenos complejos.
  • Sesgos cognitivos: las personas pueden tener sesgos cognitivos que las llevan a creer en supuestas verdades, sin evidencia científica que las respalden.
  • Creencias erróneas: hay creencias erróneas sobre la biología y la química del cuerpo humano. Por ejemplo, hay quienes dan por sentado que ciertas sustancias en la sangre afectan el cerebro de manera específica, lo cual es erróneo.
  • Influencia cultural: en algunos países, como Japón, Corea y Taiwán, la idea de que el grupo sanguíneo caracteriza la personalidad es muy popular. Esta hipótesis se perpetua a través de los medios de comunicación, la literatura y las conversaciones cotidianas.

Superando mitos

Es importante tener en cuenta que los rasgos de personalidad son influenciados por una variedad de factores, incluyendo la genética, la crianza, la educación y la cultura. Y no hay una conexión verificada con el tipo de sangre.

También, resulta pertinente ejercer un análisis crítico sobre la información que encontramos en línea. Lo más aconsejable es acudir a fuentes confiables y con bases en la evidencia, en lugar de aceptar cualquier afirmación como verdadera.

En conclusión, aunque es popular en algunos lugares la idea de que el tipo de sangre está relacionado con la personalidad, falta un mayor respaldo de la ciencia para esta afirmación.

LMEM