Los unicornios son criaturas fantásticas que aparecen en mitos de todo el mundo. Aunque los unicornios de diferentes culturas tienen poco que ver entre sí, tienen múltiples asociaciones en el pensamiento europeo. Por ejemplo, el historiador natural romano Plinio el Viejo escribió sobre los unicornios en el siglo I d.C. El unicornio aparece tanto en las creencias medievales cristianas como celtas, y es el animal nacional de Escocia.
La prominencia del unicornio en la cultura europea se extendió por todo el mundo con la colonización. En el sur de África, las ideas coloniales europeas se encontraron con las antiguas creencias indígenas sobre las criaturas con un solo cuerno. Así lo destaca un reciente artículo de investigación sobre algunas de las pinturas rupestres de la región.
Unicornios africanos
En la era de la ciencia natural, los unicornios fueron gradualmente descartados como criaturas míticas y no biológicas. Pero algunos pensaron que podrían existir animales reales con un solo cuerno en las “selvas inexploradas” de África.
Una famosa búsqueda de tales evidencias fue llevada a cabo por el viajero, escritor y político inglés Sir John Barrow (1764-1848). Había oído rumores sobre “unicornios” de los colonos y la gente local que encontró en sus viajes por el sur de África. Uno de esos rumores era que los unicornios estaban representados en las pinturas rupestres hechas por los habitantes san (bosquimanos) indígenas de la región.
Barrow buscó sin éxito. Luego, en unas montañas en lo que hoy es la provincia del Cabo Oriental, en Sudáfrica, encontró y copió una imagen de un unicornio.
Posible confirmación
Pero muchos fueron escépticos con sus afirmaciones. Su copia se parece más a un grabado europeo que a una pintura rupestre. Más, en general, los críticos han argumentado que las pinturas rupestres de unicornios probablemente se inspiraron en vistas laterales de gemboks u órices sudafricanos -antílopes con cuernos largos y rectos- o rinocerontes (que pueden tener un cuerno en la India, pero tienen dos en el sur de África).
Una investigación reciente, de la que es único autor David M Witelson, de la Universidad de Witwatersrand, y publicada en The Cambridge Archaeological Journal, concluye que estas críticas no tienen en cuenta varios factores que han salido a la luz desde entonces. El artículo proporciona más apoyo a las afirmaciones de que algunas pinturas rupestres bosquimanas representan efectivamente criaturas con un solo cuerno, tal como explica el autor en otro artículo publicado en The Conversation.
Representaciones rupestres
Las primeras pinturas rupestres documentadas de criaturas con un solo cuerno se conocen por copias del siglo XIX y XX realizadas por el geólogo británico George Stow y la profesora sudafricana M. Helen Tongue. La investigación llama la atención sobre ejemplos adicionales de pinturas rupestres de criaturas con un solo cuerno.
Colectivamente, estas pinturas muestran que las criaturas con un solo cuerno no pueden ser descartadas como vistas de perfil de criaturas con dos cuernos, uno cubriendo el otro.
La segunda forma en que la investigación se relaciona con las primeras críticas es llamar la atención sobre las creencias indígenas previamente pasadas por alto sobre los seres con un solo cuerno.
Ideas europeas
Los bosquimanos creían que los animales de lluvia eran seres sobrenaturales que podían controlar el clima y la fertilidad. Estos animales de lluvia podían tener un solo cuerno, como el rinoceronte, o dos cuernos, como el eland (un tipo de antílope). Los san pintaban estos animales de lluvia en las rocas para atraer la lluvia y la abundancia.
Los colonos europeos también tenían sus propias ideas sobre los unicornios. Algunos pensaban que eran animales reales que vivían en África, mientras que otros los asociaban con la magia y la religión. Estas ideas se mezclaron con las creencias indígenas, creando una compleja red de significados sobre los unicornios en el sur de África.
Legado cultural
Las pinturas rupestres de criaturas con un solo cuerno en el sur de África son un testimonio de la rica y diversa cultura de los bosquimanos y de su interacción con los colonos europeos.
Estas pinturas nos permiten explorar las diferentes formas en que los humanos han imaginado y representado a los unicornios a lo largo de la historia y en diferentes contextos, señalan los investigadores.
Aunque hoy en día los unicornios se consideran criaturas fantásticas, siguen fascinando a muchas personas. Quizás sea porque representan una conexión con lo desconocido, lo misterioso y lo maravilloso que hay en el mundo, concluye Witelson.
Referencias
Revisiting the South African Unicorn: Rock Art, Natural History and Colonial Misunderstandings of Indigenous Realities. David M. Witelson. Cambridge Archaeological Journal, 13 March 2023. DOI:https://doi.org/10.1017/S0959774323000045