Descubren un planeta que no debería existir

La supervivencia del planeta se debe a que dos estrellas se transformaron en una.

El planeta Halla puede haberse formado a partir de los escombros creados por la fusión de dos estrellas. / OBSERVATORIO WM KECK / ADAM MAKARENKO.

Una estrella que se parece mucho a nuestro Sol dentro de miles de millones de años convive con un planeta que, con toda razón, debería haber devorado. Los científicos descubrieron que la fusión de dos estrellas en el pasado puede haber impedido la expansión de la estrella que domina actualmente el sistema, evitando que adquiera un tamaño lo suficientemente grande como para engullir al planeta.

Un equipo internacional de astrónomos ha estudiado a una estrella semejante al Sol en su etapa final y a un planeta cercano debido a su extraña condición: la cercanía con su estrella anfitriona de edad avanzada sugiere que, al igual que sucederá con Mercurio, Venus y quizás la Tierra dentro de 5.000 millones de años, el planeta debería haber sido consumido por su estrella. Sin embargo, ha sobrevivido por un inusual fenómeno “protector”: la fusión entre dos estrellas, de la cual además podría haber surgido.

En el nuevo estudio, publicado recientemente en la revista Nature, los científicos explican que el afortunado planeta “sobreviviente” fue descubierto en 2015 por un equipo de astrónomos coreanos utilizando el denominado “efecto Doppler”, que mide la atracción gravitacional del planeta sobre su estrella anfitriona. En 2019, la Unión Astronómica Internacional denominó a la estrella Baekdu y al planeta Halla: se ubican en la constelación de la Osa Menor.

Un planeta afortunado

El planeta Halla orbita Baekdu a una distancia de aproximadamente la mitad de la distancia que existe entre la Tierra y el Sol. Halla es un exoplaneta de la categoría “Júpiter caliente”, una clasificación para planetas extrasolares de tamaño similar a Júpiter, que tienen temperaturas más altas debido a la cercanía con la que orbitan sus estrellas anfitrionas.

Pero la gran diferencia entre este sistema y tantos otros similares es que Baekdu, a pesa de sus condiciones, no ha deglutido a Halla. Al llegar a una edad avanzada, las estrellas atraviesan una etapa llamada “gigante roja”: en esta fase de su evolución, las estrellas pueden crecer hasta más de 100 veces con respecto a su tamaño original, atrapando en esa expansión a los planetas que orbitan más cerca de ellas. Como se indicó previamente, es lo que sucederá en el futuro con el Sol y los planetas interiores del Sistema Solar. ¿Por qué Halla tuvo otra suerte?

Fusión de estrellas

De acuerdo a un artículo publicado en The Conversation por Daniel Huber, astrónomo de la Universidad de Sydney, en Australia, y uno de los autores principales de la nueva investigación, los especialistas analizaron datos del Telescopio Espacial Transiting Exoplanet Survey Satellite (TESS) de la NASA y concluyeron que existen dos posibles escenarios para explicar este fenómeno inusual, que incluso podría llegar a repetirse en otras partes del cosmos.

Las observaciones muestran que probablemente el sistema Baekdu originalmente incluía dos estrellas: su fusión podría haber impedido que cualquiera de las dos se expandiera lo suficiente como para engullir al planeta. En ese escenario, las estrellas se habrían “alimentado” entre sí, evitando la desaparición de Halla.

Al mismo tiempo, otra posibilidad es que Halla sea en realidad un planeta extremadamente joven, surgido de una nube gaseosa gestada por la colisión catastrófica entre las dos estrellas que formaban parte del sistema. Ahora, los científicos están estudiando los detalles de este fenómeno para confirmar definitivamente sus características y determinar si es posible encontrarlo en otros sistemas de exoplanetas.

Referencia

A close-in giant planet escapes engulfment by its star. Marc Hon, Daniel Huber et al. Nature (2023). DOI:https://doi.org/10.1038/s41586-023-06029-0

La Opinion