El “Niño de oro”, el adolescente que fue momificado con 49 amuletos protectores hace 2.300 años

La momia del “Niño de Oro” se descubrió en 1916 en un cementerio ubicado en Nag el-Hassay, al sur de Egipto. Esta es su historia.

Una imagen del escáner muestra una representación en 3D de la momia y los amuletos que portaba. / Sahar Saleem

Después de permanecer guardada desde 1916 en un museo, un grupo de científicos “desenvolvió” con tecnología digital una momia egipcia de 2.300 años de antigüedad. Lo que descubrieron fue una maravilla: el cuerpo estaba acompañado de 49 amuletos protectores colocados con precisión en tres columnas sobre su cuerpo, lo que sugiere que era rico y de alto estatus. El cuerpo era de un adolescente al que los expertos ahora apodan el “Niño de Oro”. Esta es su historia.

Los expertos usaron un escáner de tomografía computarizada para descubrir los secretos del “Niño de Oro”, cuyo hallazgo es fundamental, ya que las momias de alto rango solían sufrir saqueos debido a sus preciosos ornamentos.

Esta momia inalterada ofrece una visión única de cómo los embalsamadores colocaban cuidadosamente los amuletos en el cuerpo para proteger al difunto.

Fueron investigadores de la Universidad de El Cairo quienes estudiaron a esta momia descubierta hace más de 100 años en un cementerio de Nag el-Hassay, en el sur de Egipto.

Amuletos protectores

El adolescente fue enterrado con 49 amuletos distribuidos en diversas partes de su anatomía. Cada uno tenía un significado específico para proteger al niño, que tenía unos 14 o 15 años cuando murió.

Dentro de los amuletos encontrados destaca uno en forma de escarabajo situado cerca del corazón del niño. Tenía grabados versos del Libro de los Muertos, los cuales tenían la misión de ayudar a que el niño fuera juzgado con benevolencia en la otra vida.

La momia también tiene una hoja dorada en forma de lengua en su boca. Esto aseguraba que pudiera hablar con los dioses después de la muerte. Otro amuleto notable es uno colocado cerca del pene del niño. El amuleto “Dos dedos” sirve para proteger la incisión que le hicieron en el torso.

El amuleto “petaca” le ayudaba al difunto a llevar agua bendita en la otra vida. El amuleto “Djed”, que representaba la espina dorsal del dios Osiris, garantizaba la resurrección. Un amuleto de “ángulo recto” aportaba equilibrio y nivelación al difunto.

Entre este grupo de amuletos también figuran el Ojo de Horus, el amuleto akhet del horizonte, la placenta, el Nudo de Isis y otros. Muchos eran de oro, otros de piedras semipreciosas, arcilla cocida o loza.

Visualizaciones del desenvolvimiento digital mediante tomografía computarizada (TC) de la momia TR 21/11/16/16 en el Museo Egipcio de El Cairo.

“Los antiguos egipcios creían en el poder de los amuletos, que dependía de su material, color y forma. Durante la momificación, los embalsamadores rezaban oraciones y recitaban versos del ‘Libro de los Muertos’ mientras colocaban amuletos dentro de la momia o entre las envolturas”, explicó a Business Insider Sahar Saleem, autora del estudio que dio a conocer el hallazgo y profesora de radiología en la Facultad de Medicina de la Universidad de El Cairo.

¿Quién era el Niño de Oro?

La momia del “Niño de oro” estaba en dos ataúdes: uno exterior con una inscripción griega y otro interior de madera. Aparte del corazón, le extrajeron sus órganos mediante una incisión, mientras que el cerebro fue extraído por la nariz y sustituido por resina.

Según los registros del Museo Egipcio de El Cairo, la momia se descubrió en 1916 en un cementerio utilizado desde el año 332 a.C. hasta el 30 a.C. en Nag el-Hassay, al sur de Egipto.

El niño habría sido “testigo presencial del ocaso de la antigua civilización egipcia, posiblemente de las turbulencias durante la época de los últimos reyes ptolemaicos, y tal vez incluso de un breve resurgimiento de la grandeza de Egipto durante el reinado de Cleopatra”, dijo Wojciech Ejsmond, egiptólogo del Proyecto Momias de Varsovia que no participó en el estudio.

Los científicos están estudiando detenidamente su sarcófago para encontrar más pistas sobre quién era.

El estudio completo sobre el “Niño de Oro” se puede leer en Frontiers.

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