La ciencia de Santa Claus para entregar sus regalos a tiempo Imagina que eres Santa Claus en Nochebuena.

¿Qué hazaña científica se necesita para entregar todos los regalos a tiempo?

Piruetas científicas para llegar a tiempo a todos los hogares.

Estás en el Polo Norte el 24 de diciembre  y suena el despertador. Te pones los pantalones y el abrigo, ambos rojos y bordados con pelo blanco, y las botas y el cinturón de cuero negro. Completas el conjunto con un gorrito rojo y sales corriendo por la puerta. Es Nochebuena y los regalos no se van a entregar solos.

¿Cómo se pueden repartir regalos a todos los niños de la Tierra en una sola noche?

Pues gracias a tus magníficas habilidades científicas y a tu mentalidad numérica, eres capaz de hacer estimaciones y aproximaciones bastante buenas sobre la dimensión de la tarea.

¿A cuántos niños les tiene que dar regalos Santa Claus?

Primero hay que tener una idea de cuántos niños hay que visitar. Según UNICEF, hoy en día hay unos 2.300 millones de niños en el mundo. Pero no todos creen en Santa Claus, así que hay que averiguar cuántos niños hay en cada país donde existe la tradición de recibir esta visita.

Haces los cálculos y obtienes entre 500 y 900 millones de niños (aquí las estimaciones varían mucho), que esperan ansiosos la llegada del hombre gordo, viejo y barbudo. Suponiendo, claro está, que todos se portaron bien.

Tomemos la cifra más alta, porque no queremos arriesgarnos a dejar a ningún niño sin su regalo, ¿verdad?

Pero, en un mismo hogar, puede vivir más de un niño, así que, para hacernos la vida más fácil, digamos que hay en promedio 3 niños por hogar. Eso son unos 300 millones de hogares que hay que visitar.

¿De cuánto tiempo dispone Santa Claus?

Debido a la rotación de la Tierra, la Nochebuena comienza a horas diferentes según el lugar del mundo en que nos encontremos. El primer lugar de la Tierra donde comienza la Nochebuena es en Kiribati, un país formado por muchas islas en el océano Pacífico. Sus islas más al oriente están 14 horas por delante del Tiempo Universal Coordinado (UTC), en la frontera de la Línea Internacional de la Fecha.

Como eres tan listo, decides aprovechar las zonas horarias y la rotación de la Tierra que va de este a oeste, así que consigues 24 horas más de noche para repartir. ¡Qué alivio!

¿300 millones de hogares en 24 horas? Muy sencillo

Solo tienes que mantener el ritmo: no más de un cuarto de milisegundo por hogar. Eso es más de mil veces más rápido que un parpadeo. Y, teniendo en cuenta que habrá que trepar por la chimenea, comer galletas y dejar regalos bajo el árbol de Navidad, invertir un cuarto de milisegundo parece un poco apresurado.

Sin embargo, hay quienes dicen que Santa Claus puede detener el tiempo y tomarse con calma sus entregas. Así que quizá no tengas que preocuparte.

¿A qué velocidad debe ir Santa Claus?

Haces cálculos y el resultado te dice que, para visitar todas las casas de tu lista, necesitarás viajar a una velocidad de unos 1,500 kilómetros (930 millas) por segundo, según los cálculos de un grupo de estudiantes de física de la Universidad de Leicester, en el Reino Unido.

Eso es casi el 0,5 por ciento de la velocidad de la luz, o como viajar de Los Ángeles a Seattle en un segundo. Eso es mucho pedir a tus fieles renos voladores.

Para contextualizar: la nave espacial más rápida del mundo, la Sonda Solar Parker, alcanzó una velocidad de 163 kilómetros por segundo, casi cien veces más lenta que Santa Claus.

El récord del avión tripulado más rápido de la Tierra es de 7,270 kilómetros por hora, unas 750 veces más lento que Santa Claus.

Pero no se trata sólo de velocidad. También hay que mantenerse invisible.

Como eres Santa Claus podrías utilizar en tu favor algunos de los fenómenos que ocurren en el mundo cuántico, como estar en un estado de superposición cuántica, que te permitiría estar en los 300 millones de hogares al mismo tiempo.

Tal vez esa sea la razón por la que se supone que los niños no deben escabullirse por la noche para intentar sorprender a Santa Claus. En un estado de superposición cuántica, el hecho que alguien te observara provocaría el colapso de la función de onda.

Si eso pasa, ya no estarías en superposición y aparecerías instantáneamente en un único hogar.

La Navidad, por supuesto, se arruinaría.

¿Cuánto pesa la mercancía?

Y no hay que olvidarse de los regalos.

La cantidad de regalos para 900 millones de niños es un peso grande. Para hacernos una idea de lo que pesaría el trineo de Santa Claus, supongamos que cada niño recibe un osito de peluche que pesa en promedio 1,3 kilos.

Eso equivaldría a algo más de un millón de toneladas. Es como transportar casi 6,000 ballenas azules, el animal más grande que jamás haya existido.

Mover una carga tan pesada a 1,500 kilómetros por segundo requeriría enormes cantidades de energía, y ni hablemos de cómo la resistencia del aire haría arder en llamas tus renos y tu trineo casi al instante, igual que cuando pequeños meteoroides alcanzan nuestra atmósfera que vemos como estrellas fugaces.

Pero se dice también que tienes una bolsa mágica. Así que no hay problema.

DW