Entre los materiales constructivos más antiguos empleados por el hombre se encuentra la tierra cruda en dos de sus versiones más populares, el adobe y la tapia.
La construcción con este material, además de ser de sencilla y económica, presenta otras muchas ventajas que la hacen atractiva para lograr viviendas ambientalmente responsables.
Se trata de un material que se ha usado desde hace milenios en diversas partes del mundo donde se daban las condiciones para ello. Aún hoy día es ampliamente usada en muchas partes del mundo.
En las últimas décadas, este material ha sufrido un injusto descrédito ante la llegada de los materiales de construcción industrial pasando a considerarse como arcaico.
Afortunadamente en la actualidad vuelve a renacer un interés en esta técnica constructiva a raíz de sus magnificas propiedades para conseguir unas edificaciones medioambientalmente más responsables.
¿Qué es el adobe y qué la tapia?
La materia prima esencial para la fabricación tanto del adobe como de la tapia son elementos presentes en la tierra tales como la arena y las arcillas a los que se les agrega agua para hacer un barro moldeable. También se pueden añadir otros elementos tales como la paja, ramas o incluso estiércol para aumentar su cohesión. Será la diferente técnica empleada para darle la forma final al barro la que determine las diferencias entre el adobe y el tapial.
Los adobes son bloques de barro elaborados con un molde, de un tamaño un poco mayor al de un ladrillo. Para conformar muros, se apilan los adobes de la misma forma como se hace con los ladrillos y para unirlos entre si se usa arcilla o cal y arena. Aprende a construir con la técnica del Superadobe.
La tapia es un muro macizo constituido con arcilla y arena apilada y prensada. Para darle la forma de muro al barro y evitar que este se desmorone, así como para facilitar el prensado, se emplea una cajonera denominada tapial. Una vez colocado el tapial sobre el cimiento, se vierte el barro en su interior y se prensa. Cuando esta formado el muro, la cajonera se retira y se deja secar al aire libre. La tapia puede conformar enteramente el muro o bien quedar entre pilares de otros materiales.
Reseñas de la expansión del adobe geográficamente y en el tiempo.
Existen multitud de ejemplos de construcción con adobe y tapial en muy diversas partes del mundo a lo largo de la historia. A modo de breves reseñas citaremos aquí solo algunos ejemplos.
Algunas de las más antiguas ciudades del neolítico del oriente medio ya utilizaban la tierra cruda como elemento constructivo. Entre ellas cabe citar Çatal Huyuk ciudad que se encontraba en la península de Anatolia y que contaba con un tipo de urbanismo particular compuesto por casas fabricadas con adobe apiñadas unas con otras sin dejar espacios que conformaran calles. En este esquema urbano de Çatal Huyuk se accedía a las casas por el techo.
En otras ciudades de oriente medio, en el denominado creciente fértil, donde se originaron las primeras civilizaciones con escritura conocidas, el adobe fue ya utilizado asiduamente desde tiempos inmemoriales. Ciudades como Ur, Uruk, Kish, Lagash, asentadas junto o cerca de grandes ríos donde abundan las arcillas y la arena, utilizaron con profusión este material. Muchos de los Zigurats (pirámides mesopotámicas) de épocas antiguas contaban con adobe en su estructura interna siendo el recubrimiento externo de ladrillo.
También en España y en el norte de África esta documentado el uso de la tierra cruda como elemento constructivo desde la más remota antigüedad. Plinio en su historia natural ya menciona el empleo de este material en la construcción de torres y Atalayas en España desde muy antiguo, mencionando en particular el uso de la tapia. Asimismo un importante porcentaje de iglesias, murallas y otras edificaciones singulares de España que han llegado hasta nuestras fechas están construidos con este material. Edificios tan importantes como la Alhambra de Granada o ciudades como el centro histórico de Córdoba en Andalucía o Daroca en Aragón son importantes muestras de arquitectura con tierra cruda.
En el norte de África, destacaremos por su gran belleza, las Kashbah, ciudades fortalezas construidas en tapial y en adobe que hoy se pueden ver en Marruecos. Muchas de estas Kashbahs se encuentran aún hoy en día en pie. Cabe citar también en África, la magnifica ciudad de Tombuctú, construida también en adobe, en las cercanías del río Niger en Malí.
Con la llegada de los españoles a América también llevaron consigo la costumbre de construir con tierra cruda. Sin embargo esta técnica constructiva ya había sido empleada por lo nativos americanos desde mucho antes de la llegada de cualquier europeo. En ese sentido destacan los yacimientos arqueológicos prehispánicos de Paquimé y la cultura denominada Casa Grandes en Chihuahua (México) que utilizaban los adobes y el tapial. También los llamados Anasazi o indios Pueblo, en el sur de de los actuales Estados Unidos, utilizaban un tipo de adobe llamado localmente, y también en México, con el nombre de «Jacal». En América del sur también existía el empleo de la tierra cruda como elemento constructivo desde tiempos prehispánicos. Cabe citar al respecto la la ciudad de Chan Chan en Perú, hermosa ciudad construida con este material. Actualmente la construcción de adobe se encuentra muy difundida en casi toda América.
Es pues el empleo de la tierra cruda una técnica constructiva que enlaza con las tradiciones locales antiguas de prácticamente todos los lugares del mundo en donde se sigue empleando en la actualidad. La expansión mundial del uso de tierra cruda en la construcción, aparte de las áreas geográficas mencionadas anteriormente, abarca también otras zonas como Asia, Australia, Sudáfrica o Groenlandia.
Ventajas y desventajas de la construcción con tierra cruda
La tierra cruda presenta una serie de importantes ventajas con respecto a los materiales de construcción industrial más usados actualmente, entre ellas destacamos:
- Gran capacidad como aislante térmico. El material del que esta constituido el adobe y el tapial es un buen aislante térmico. El interior de una casa construida con este material requerirá un uso mucho menor de sistemas de climatización que en una convencional de materiales industriales. Las casa construidas con barro resultan frescas en verano y cálidas en invierno logrando fácilmente un agradable bienestar térmico. El coeficiente de conductividad térmica del adobe es de 0.25 W/m ºC siendo el del ladrillo de 0.85W/mºC y el del hormigón/concreto de 1.50 W/mºC
- Gran capacidad como aislante sonoro. El adobe y el tapial resultan ser también muy buenos aislantes acústicos. Las viviendas construidas con tierra cruda quedan más aisladas de los ruidos exteriores, resultando más silenciosas que otras construidas con materiales industriales convencionales. Por otro lado, su superficie irregular difumina el ruido producido del interior de las viviendas, lo que evita las reverberaciones y propicia un interior más silencioso y agradable.
- Ahorro energético en climatización. La capacidad de aislante térmico del los muros construidos con tierra reduce o incluso evita el uso de sistemas de climatización, lo que supone un ahorro económico, energético y de emisiones de CO2 muy importante. Una vivienda construida en adobe o tapial en países fríos y que contase con alguna técnica ecológica de climatización, como por ejemplo la energía solar pasiva, podría llegar a prescindir totalmente de sistemas de calefacción que consuman combustibles.
- Fabricación de bajo impacto ambiental. Para la fabricación y procesado de los adobes o para la conformación de los muros de tapia, se emplea mucha menos energía que la necesaria para fabricar otros materiales convencionales. Para la fabricación de ladrillos o de bloques de hormigón, así como de los cementos, se recurre a la quema de combustibles fósiles para obtener las altas temperaturas necesarias en su procesado industrial. En cambio, el adobe y el tapial se puede fabricar a mano y dejar secar al Sol. El adobe requiere una energía de 2000 BTU para fabricarse, (siendo la mayoría de las ocasiones toda ella de origen renovable, limpio y natural), mientras que el ladrillo necesita 15 veces más energía (30.000 BTU), siendo necesario además en su fabricación la quema de combustibles que emiten CO2.
- Reintegración a la naturaleza. El adobe y el tapial, por estar constituidos materiales locales y presentes naturalmente en el medio, pueden tener una reintegración total a la naturaleza una vez que el edificio ya ha pasado su vida útil. En cambio el ladrillo, el hormigón/concreto y el cemento no se reintegran a la naturaleza una vez que el edificio a perdido su función, quedando como escombros y provocando un impacto ambiental mucho mayor
- Resistencia del material. Aunque la resistencia de estos materiales puede ser inferior a otros industriales existentes como el ladrillo, a escala humana resulta suficiente. Un edificio de adobe y tapial correctamente construido y mantenido puede llegar a superar fácilmente los 100 años de vida útil en buen estado. En teoría y con el mantenimiento adecuado, un edificio de adobe podría resistir de manera indefinida.
- Resistencia al fuego. Debido a su naturaleza físico-química, la tierra cruda presenta una gran estabilidad y resistencia al fuego, resultando esta claramente superior a otros industriales como el acero y el ladrillo.
- Posibilidad de autoconstrucción. Este material, al encontrarse de forma natural en el terreno y al contar con un proceso de fabricación sencillo que no requiere equipo complejo, puede fabricarse de manera manual sin mucha complicación. Este hecho, unido a lo relativamente sencillo de su proceso constructivo, lo hace accesible para autoconstructores. No en vano, el adobe y el tapial, han sido materiales tradicionalmente usados en autoconstrucción por miles de años en muchos lugares del mundo.
- El adobe y el tapial cuenta no obstante con algunas desventajas con respecto a otras técnicas constructivas que conviene conocer.
- Limitación en altura. La construcción con tierra cruda, debido a la resistencia del material, limita a dos alturas el número de pisos con que se puede construir un edificio
- Vulnerabilidad ante el agua. El agua produce sobre el adobe y el tapial, un efecto erosivo similar al ejercido sobre el suelo sin vegetación. No obstante existen diversas técnicas que la cultura popular ha desarrollado en diferentes partes del mundo para solventar este problema. Para evitar el efecto negativo del agua de lluvia que se acumula en el suelo en momentos de precipitación intensa, los edificios construidos con tierra se sustentan sobre cimientos de piedra (o de cualquier otro material resistente al agua, hasta una altura en la que el agua no pueda llegar a ella. Para los casos de lluvia racheada (que cae con cierta inclinación por acción del viento) existen otras soluciones como colocar aleros o recubrir el muro con una capa de cal. En México una técnica ancestral de origen prehispánico consiste en recubrir las paredes de adobe o tapial con una mezcla de baba del nopal (conocida en otros sitios como chumbera o tunera) y cal para dotarla de capacidad impermeable.
- Debilidad sísmica. Debido a la naturaleza mecánica del material, las estructuras de adobe y de tapial son vulnerables al efecto de los temblores y de los terremotos. Existen no obstante técnicas constructivas de sencillo desarrollo que permiten a este tipo de edificios ser resistentes a estos fenómenos naturales. Diseñar la planta de la casa de forma ortogonal, dotarla de cubiertas ligeras y rígidas o una corta longitud de los muros son algunos de los procedimientos que hace que los edificios con tierra cruda sean resistentes a los sismos.