El cerebro dispone de un sofisticado módem para gestionar la cognición

Una investigación desmonta la teoría de Francis Crick de que el claustrum cerebral sería el origen de la consciencia.

Una investigación ha desmontado la teoría de Francis Crick según la cual la consciencia se generaría en una misteriosa región del cerebro llamada claustrum: en realidad actúa como un sofisticado módem que sirve de soporte a la cognición. Sin claustrum, los ratones siguen conscientes, pero no pueden realizar tareas complejas.

Francis Crick, Premio Nobel de Medicina en 1992 por descifrar la estructura helicoidal del ADN, formuló en 2005, junto a Christof Koch, una teoría de la consciencia que ha tenido bastante aceptación: establece que una misteriosa región del cerebro conocida como claustrum sería el asiento de la consciencia.

El claustrum es una estructura subcortical que se ha identificado en todos los mamíferos euterios y metaterios. Es una lámina delgada e irregular de cuerpos de células neuronales enterrada profundamente en el cerebro.

Tiene conexiones recíprocas con la mayoría de las áreas del cerebro, incluida la corteza visual, auditiva y somatosensorial. Además, las neuronas del claustrum son multimodales, es decir, responden a estímulos de diferentes modalidades sensoriales.

ES PERFECTO, PERO…

Por lo que se ha averiguado hasta ahora, todo parece indicar, como decían Crick y Koch, que el claustrum es la estructura perfecta para integrar la información sensorial, convirtiéndolo así en el asiento de la consciencia.

Además, tanto estudios anatómicos como de estimulación eléctrica y de estimulación química, sugieren asimismo que el claustrum es el asiento de la consciencia.

Sin embargo, todavía hoy no se conocen bien las funciones y conectividad del claustrum. Solo hay constancia de que se altera ante determinadas enfermedades neurodegenerativas. Sigue siendo una de las estructuras anatómicas menos comprendidas dentro de los hemisferios cerebrales del cerebro.

En términos evolutivos, apareció por primera vez en forma de un núcleo distinguible en marsupiales y primates primitivos, aunque el claustrum también se ha identificado en reptiles, donde funciona como una unidad reguladora del sueño.

TEORÍA NO COMPROBADA

En los seres humanos se ha confirmado que el claustrum desempeña un papel importante en el control de la cognición. Crick y Koch argumentaron que puede jugar un papel clave en los mecanismos neuronales de la consciencia, de la memoria y del control cognitivo.

Sin embargo, el claustrum sigue siendo una estructura misteriosa y poco conocida por la neurociencia. Se sabe que que el claustrum es necesario para un rendimiento cognitivo óptimo y que se activa durante etapas difíciles de una tarea cognitiva.

Además, aunque el claustrum parece desempeñar algún papel en la consciencia, ningún estudio ha demostrado de manera concluyente que sea el asiento de este misterioso fenómeno.

La propuesta de Crick y Koch sobre su implicación en la consciencia ha quedado en el ámbito de la propuesta, no de la evidencia, desde hace casi veinte años.

NUEVA APROXIMACIÓN

Una nueva investigación ha venido a alterar esta aparente tranquilidad sobre la teoría de Crick y Koch: desarrollada en la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland, testó la propuesta de que el claustrum es la base de la consciencia.

Los resultados de esta investigación, publicados en la revista Trends In Cognitive Sciences, ponen coto a la propuesta de Crick y Koch, aunque sin desmontarla por completo: confirma que el claustrum es importante para realizar tareas complejas, y que puede estar relacionado con las adicciones y algunas enfermedades neurodegenrativas, como el Alzheimer y la esquizofrenia.

Los autores de la nueva investigación, de la que es primer autor Maxwell B. Madden, señalan que el claustrum se comporta más como un enrutador de Internet de alta velocidad que como un generador de consciencia.

Eso significa que el claustrum es como un receptor de la consciencia (cuyo origen sigue siendo desconocido) que luego comparte con otras regiones cerebrales, de la misma forma que un módem capta la señal de Internet que viene de fuera y un enrutador la comparte con los dispositivos domésticos.

GESTIONA LA COGNICIÓN

Según ha podido establecer esta investigación, el claustrum recibe órdenes ejecutivas de las áreas de la corteza cerebral que forman pensamientos complejos. Estas órdenes generan redes neuronales en la corteza y el claustrum se encarga de coordinarlas, para que desarrollen las diferentes tareas cognitivas que realizamos en la vida cotidiana.

Es decir, el claustrum es importante para la realización de tareas cognitivas, pero no determina la consciencia. Los investigadores lo comprobaron inhibiendo el claustrum en ratones de laboratorio: no perdieron el conocimiento, sino que siguieron corriendo como si nada.

Sin embargo, sin el claustrum activado, los ratones no pudieron desarrollar tareas complejas, lo que, según los investigadores, confirmaría que funciona más como un sofisticado módem y menos como el asiento de la consciencia, en contra de lo que establecía la teoría de Crick y Koch.

PUERTA A LA MENTE

El experimento no terminó en los ratones: también analizó resonancias magnéticas cerebrales funcionales de voluntarios humanos sanos mientras completaban una serie de tareas simples y complejas: los investigadores observaron que el claustrum solo se encendía cuando los voluntarios acometían tareas complejas.

Eso no significa que esta investigación ponga punto final a la teoría de la consciencia, que explique cómo es posible que pueda surgir de remolinos de sustancia biológica. Lo que hace más bien es posicionar al claustrum como una ventana al mayor enigma del cerebro, la mente, concluyen los investigadores.

REFERENCIA

A role for the claustrum in cognitive control. Maxwell B. Madden et al. Trends In Cognitive Sciences, September 30, 2022. DOI:https://doi.org/10.1016/j.tics.2022.09.00

EPE