Una impresionante bola de fuego estalla sobre Cádiz y convierte la noche en día

La roca, proveniente de un asteroide, entró en la atmósfera a 53.000 km por hora y se vio desde toda la península.

Denominado superbólido por su gran luminosidad, ha podido dejar meteoritos sobre el terreno

Algunos testigos escucharon un silbido, un fenómeno aún por explicar.

El viernes, a las 20.46 (hora peninsular), una impresionante bola de fuego estalló en los cielos de Cádiz y convirtió la noche en día. Según los primeros análisis del fenómeno, se trata del fragmento de un asteroide que entró en la atmósfera a 53.000 kilómetros por hora y que pudo haber dejado meteoritos sobre el terreno. El superbólido, como se denomina el fenómeno por su brillo extremo, fue visto desde prácticamente toda la península. Su trayectoria completa, desde su inicio hasta su explosivo final, fue registrada por dos de las cámaras externas del Obsevatorio de Calar Alto, en Almería.

Según José María Madiedo, del Instituto de Astrofísica de Andalucía IAA-CSIC, la parte luminosa del evento comenzó a una altitud de 93 km justo enfrente de la ciudad de Cádiz, en la costa Atlántica andaluza. El objeto se movió entonces en dirección norte para finalizar a una altitud de 18 km cerca de la Base Naval de Rota.

Algunos testigos han comentado que el objeto parecía dejar una estela verde. Este color se puede apreciar en las imágenes y en los vídeos. Además, las últimas fulguraciones que produjo el bólido convirtieron la noche en día.

El vuelo oscuro

“Sabemos que se trata de un fragmento de asteroide, de procedencia desconocida, por el tipo de órbita, su velocidad y su comportamiento en la atmósfera. Un fragmento cometario no habría podido penetrar tanto en la atmósfera y menos con la inclinación de la trayectoria de este evento”, explica a este periódico Madiedo.

Calcular el tamaño de la roca “va a llevar algún tiempo”, aunque el investigador cree que algunos fragmentos pudieron haber llegado al suelo. “La trayectoria de la roca era muy inclinada respecto a la horizontal, lo que supone una supervivencia más complicada, pero calculamos que sí hay material que ha alcanzado el suelo”, dice. Para saber dónde han caído esos meteoritos hace falta estudiar lo que se conoce como el ‘vuelo oscuro’.

“Todo el mundo ve el vuelo luminoso, la bola de fuego, pero a determinada altitud la roca pierde su incandescencia por el freno de la atmósfera. La roca sigue avanzando, pero no la vemos. Eso es el vuelo oscuro. Para saber dónde han caído los fragmentos hay que saber qué ha pasado ahí: datos atmosféricos, velocidad y dirección del viento a diferentes kilómetros de altitud…”, señala el investigador. También es importante el tamaño y la masa de los fragmentos para saber cómo se han movido. “No es lo mismo tirar una pelota de tenis que un liviano avión de papel”, añade.

“Lo escucharon con los cascos puestos”

El superbólido, mucho más brillante que la Luna llena, es un evento extraño y poco frecuente. “Por la hora a la que sucedió, relativamente temprana, lo vio muchísima gente. No paran de llegarme comentarios y testimonios de testigos desde prácticamente la totalidad de la península, incluso desde Tarragona y el norte de Portugal”, dice Madiedo. La mayoría de los testigos se sitúan en Andalucía occidental, Extremadura y el sur de Portugal. Además, la bola de fuego “no fue muy rápida, duró lo suficiente para que la gente pudiera girar la cabeza y ver que algo estaba pasando”.

Algunas personas incluso escucharon un sonido al paso de la bola de fuego. “No fue un ‘boom’ sónico producido por la explosión de la roca que revienta como otras veces, sino algo parecido a un silbido. Incluso hubo quien, llevando los cascos de música puestos, lo oyó claramente”, dice Madiedo. Ese sonido “no tiene una explicación física clara, aunque se sabe que ocurre algunas veces”.

Los dos impresionantes vídeos que acompañan esta información fueron capturados con las cámaras externas que apuntan al suroeste operadas desde el Observatorio de Calar Alto en Almería. Esta estación de detección de bólidos, junto con la estación que el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) tiene en Sierra Nevada, y otras situadas en diferentes puntos de España, forman parte del proyecto S.M.A.R.T. liderado por Madiedo para el seguimiento de este tipo de objetos.

El bólido sobre Cádiz también fue visto desde los observatorios de La Hita en Toledo, La Sagra y Sierra Nevada en Granada, Huelva y Sevilla.