La consciencia sería una ilusión fabricada por el cerebro

Una nueva teoría considera, paradójicamente, que la consciencia es algo inconsciente que nos resuelve la vida.

La mayoría de los procesos cotidianos se gestionan desde el inconsciente, aunque el cerebro nos engaña haciéndonos creer que somos nosotros los que tomamos las decisiones, según una nueva teoría. Solo cuando trascendemos esa ilusión podemos ser realmente creativos y convertirnos en genios como Einstein o Newton.

Llevamos 2.500 años reflexionando sobre el fenómeno natural más misterioso de nuestra condición humana y todavía no tenemos una idea clara de lo que es la consciencia: es decir, seguimos siendo inconscientes de lo que es la consciencia.

El debate se ha animado de nuevo porque un investigador de la Escuela de Medicina Chobanian & Avedisian, de la Universidad de Boston, ha desarrollado una nueva teoría de la consciencia.

Se trata de una aproximación práctica al fenómeno de la consciencia, entendida en esta investigación como “nuestra propia experiencia personal de percibir, pensar, sentir y actuar”.

En palabras del autor principal de esta investigación, el neurólogo Andrew Budson, la consciencia así entendida es simplemente un sistema de memoria que registra nuestras interacciones inconscientes con la realidad.

Indirectamente viene a decir que la consciencia es como una ilusión, ya que es solo un recurso que utiliza nuestro cerebro inconsciente para ayudarnos a imaginar el futuro de manera flexible y creativa, y planificar en consecuencia.

CONSCIENCIA INCONSCIENTE

Budson expresa al respecto en un comunicado que “lo que es completamente nuevo acerca de esta teoría es que sugiere que no percibimos el mundo, tomamos decisiones o realizamos acciones directamente. En cambio, hacemos todas estas cosas inconscientemente y luego, aproximadamente medio segundo después, asumimos conscientemente haberlas hecho”.

Parece paradójico, pero eso significa que el cerebro inconsciente de una persona es el que hace todo el trabajo de percibir el entorno, y que el cerebro consciente simplemente reacciona ante él: según esta teoría, no somos conscientes de nuestra consciencia, ya que es algo inconsciente.

Según Budson, varios estudios ya han demostrado cómo la consciencia de las decisiones o de las actividades cotidianas solo parece ocurrir después de que las acciones fisiológicas se realizan inconscientemente.

Desde los años 80 del siglo pasado se sabe que las regiones del cerebro responsables del movimiento se activan unos cientos de milisegundos antes de que se toma la decisión consciente de realizar un acto voluntario.

CONSCIENCIA LENTA

Se ha comprobado incluso que el cerebro toma decisiones inconscientemente hasta diez segundos antes de que una persona se dé cuenta de haber tomado una decisión.

Budson explica al respecto que los procesos conscientes son demasiado lentos para participar activamente en la música, los deportes y otras actividades cotidianas, en las que se requieren reflejos fisiológicos de una fracción de segundo, tal como acreditan diversos estudios.

“Este orden es incompatible con la idea de que las percepciones, decisiones y acciones solo son posibles cuando la consciencia y el pensamiento están presentes”, escriben los investigadores en un artículo que publican en la revista Cognitive and Behavioral Neurology.

Consideran, en consecuencia, que gran parte del comportamiento humano en realidad se realiza inconscientemente y que la conciencia es solo el recuerdo de haber realizado acciones específicas.

La consciencia es un sistema de memoria demasiado lento para resolver los temas cotidianos. /Jan Genge / Unplash

TRASTORNOS DE LA CONSCIENCIA

“Incluso nuestros pensamientos no están por lo general bajo nuestro control consciente. Esta falta de control es la razón por la que podemos tener dificultades para detener una corriente de pensamientos que pasan por nuestra cabeza mientras tratamos de irnos a dormir, y también por la que la atención plena es difícil”, explica Budson.

Budson y sus coautores consideran que una serie de trastornos neurológicos, psiquiátricos y del desarrollo, son trastornos de la consciencia, incluida la enfermedad de Alzheimer, los delirios, la migraña, la esquizofrenia, el trastorno de identidad disociativo, ciertos tipos de autismo y otros trastornos mentales.

Por último, su investigación proporciona información sobre cómo los médicos, los educadores y los terapeutas pueden ser efectivos para moldear tanto la mente consciente como el cerebro inconsciente, para permitir a los pacientes mejorar los comportamientos problemáticos, como comer en exceso.

OTRAS CUESTIONES IMPORTANTES

Esta investigación tiene otras derivadas no exentas de relevancia. Una de ellas tiene que ver con el libre albedrío, que ha quedado en cuestión desde que asumimos que el cerebro toma decisiones al margen de nuestra consciencia.

Hoy está asumido que los procesos inconscientes son los verdaderos precursores del comportamiento consciente, pero la nueva investigación no contradice el concepto del libre albedrío humano, según sus creadores.

Otra derivada tiene que ver con algo no menos significativo: Budson considera que la mayoría de los esfuerzos creativos que viven pintores y novelistas probablemente sean el resultado de la combinación de procesos cerebrales conscientes e inconscientes que trabajan juntos.

Un apunte interesante porque eso significa que visionarios académicos o artísticos, como Albert Einstein, Isaac Newton, Jane Goodall o Rachel Carson, etc., pueden haber sido capaces de ver el mundo más allá de lo que la mente consciente sugiere que es, señala al respecto The Debrief.

Por último, esta investigación tiene también su explicación sobre el origen y sentido de la consciencia: considera que probablemente fue cooptada por la evolución para realizar otras funciones no directamente relacionadas con la memoria, como la resolución de problemas, el pensamiento abstracto y el lenguaje. Sería un recurso inteligente desarrollado por la naturaleza para resolvernos la vida.

REFERENCIA

Consciousness as a Memory System. Budson, Andrew E. et al. Cognitive and Behavioral Neurology: October 3, 2022. DOI:10.1097/WNN.0000000000000319

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