Este singular organismo parecido a una oruga podría estar arrastrándose sobre tu boca ahora mismo

¿Un organismo en forma de oruga arrastrándose sobre tu boca?

Organismo en forma de oruga. / Nature Communications.

Así como lo leíste, es probable que este singular organismo, que perfectamente podría hacerse pasar por una oruga de mariposa, no solo se esté arrastrando sobre tu boca, sino que esté viviendo en ella.

Pero este no es el hecho más sorprendente, por muy extraño que pueda parecer, el organismo que observas en la imagen de cabecera de la nota se trata en realidad de una bacteria… Y no cualquier bacteria, sino una bacteria multicelular.

Todos los sabemos, por definición una bacteria es un organismo microscópico unicelular cuyo tamaño apenas alcanza los micrómetros de longitud, por lo cual, no es posible observarlos a simple vista, para hacerlo, se requiere de un microscopio y ciertas técnicas de tinción que las evidencien.

Sin embargo, también distinguimos muy bien que incluso la biología tiene sus excepciones, y este es el ejemplo perfecto.

Fue un grupo de investigadores quienes compartieron esta impresionante imagen de la bacteria con forma de oruga, Conchiformibius steedae, al publicar su trabajo en Nature Communications sobre las peculiaridades de estos microorganismos, cuyos hallazgos arrojaron interesante información sobre la evolución de los organismos unicelulares a multicelulares.

Conchiformibius steedae pertenece a una familia conocida como Neisseriaceae, en el cual se agrupan bacterias en forma de coco (esférica), bacilo (alargada o cilíndrica) y, sorprendentemente, en forma de filamentos similares a orugas. Otro ejemplo de esto es Simonsiella muelleri. 

Micrografía electrónica de barrido del bacterioide similar a una oruga Simonsiella muelleri de la familia Neisseriaceae. / Nature Communications.

 

Imagen de microscopio confocal de la bacteria con forma de oruga Conchiformibius steedae. / Nature Communications.

Estas bacterias se alojan en nuestra boca y forman parte de nuestra microbiota oral, es decir, no representan ningún riesgo para nuestra salud, y podrían cumplir con funciones importantes dentro de nosotros. A diferencia de la microbiota intestinal, no se sabe mucho sobre estos microorganismos que colonizan el interior de nuestra boca, pero su estudio es de vital importancia.

Para los investigadores aún resulta sorprendente cómo es que estas bacterias encuentran el lugar idóneo para sobrevivir en la boca, ya que las células que recubren la superficie interna están en recambio constante, además, la saliva dificulta su adherencia, sin embargo, parece que las Neisseriaceae lo hacen muy bien.

Cuando los investigadores capturaron a estos microorganismos en forma de oruga, se encontraban estudiando el modo de división de las bacterias de la familia Neisseriaceae. Esto a partir de microscopia electrónica, que les permitió observar la morfología bacteriana, así como mediante análisis genómicos, con los cuales pudieron determinar los genes que participan en dicho proceso.

Con ello observaron que la formación de una bacteria en forma de oruga se da cuando las células individuales se multiplican y al dividirse lo hacen longitudinalmente; una vez acabada dicha división celular, las células no se separan, permanecen unidas envueltas en una membrana externa compartida, lo que resulta en una morfología de filamento segmentada.

Además de esto, se indica que «algunas células del filamento resultante también adoptan diferentes formas, posiblemente para realizar funciones específicas en beneficio de todo el sistema». Asimismo, los investigadores explican que:

«La multicelularidad hace posible la cooperación entre las células, por ejemplo, en forma de división del trabajo y, por lo tanto, puede ayudar a las bacterias a sobrevivir al estrés nutricional», posiblemente esto también les permita adaptarse mejor al ambiente aparentemente hostil y resbaladizo de la boca.

Finalmente, los investigadores también lograron determinar los genes que potencialmente son responsables de esta rara división celular, así como sugerir que estas bacterias multicelulares que se dividen longitudinalmente evolucionaron a partir de bacterias con forma de bastón.

Todos los detalles en: Nature Communications

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