¿Convirtieron Júpiter y Saturno el Sistema Solar en un lugar ‘ultra habitable’?
May 30, 2022 El Universo , NoticiasLas parejas de planetas gigantes, como la que forman Júpiter y Saturno, pueden hacer que los sistemas solares sean más hospitalarios para la vida.
Esa es la extraordinaria conclusión a la que ha llegado un equipo de investigadores de la Universidad de Chicago tras simular más de 140.000 sistemas planetarios, cada uno ‘equipado’ con dos gigantes gaseosos, y comprobar que, aunque en algunos de ellos ni siquiera era posible la existencia de mundos como la Tierra, otros daban lugar a lo que podrían llamarse ‘sistemas ultra habitables’.
Se considera que un planeta es habitable cuando este orbita alrededor de su estrella en una zona muy concreta, lo suficientemente cerca de ella como para permitirle tener agua líquida en su superficie, pero lo suficientemente lejos como para que toda esa agua no se evapore rápidamente.
Por supuesto, existen otros factores que pueden afectar a la habitabilidad de un sistema de planetas. Y uno de ellos es, precisamente, la presencia de mundos gigantes, capaces tanto de dirigir las órbitas de sus ‘hermanos’ como de protegerlos manteniendo alejados a los asteroides. Sin embargo, hasta ahora no se sabía cómo exactamente estos gigantes podían afectar a la órbita de un planeta similar al nuestro, y ayudar a mantenerlo justo en medio de la zona habitable de su estrella.
Análogo de la Tierra
En un artículo que puede consultarse en el servidor de prepublicaciones arXiv, Nora Bailey y Daniel Fabrycky explican cómo simularon 147.456 sistemas planetarios, cada uno de ellos formado por una estrella similar al Sol y dos planetas gigantes, para evaluar cuál de estos sistemas permitiría la existencia de un mundo habitable del tamaño de la Tierra. En sus simulaciones, los gigantes gaseosos tenían entre 0,1 y 10 veces la masa de Júpiter y órbitas de diferentes formas y tamaños. De esta forma, midieron si un análogo de la Tierra sobreviviría en las zonas habitables de estos sistemas o si sería destruido al chocar contra su estrella madre o con los propios gigantes gaseosos, o incluso si podría ser expulsado del sistema por completo.
Los investigadores ejecutaron las simulaciones a lo largo de 5.000 millones de órbitas del planeta gigante más interno y calcularon la habitabilidad relativa de cada sistema. En ellas, una puntuación de ‘0’ indicaba que prácticamente no había posibilidad de que un planeta habitable similar a la Tierra pudiera existir allí durante un período de tiempo significativo. Una puntuación de ‘1’ significaba que el sistema sería tan bueno para un análogo de la Tierra como uno sin otros planetas que perturbaran su órbita. Pero una puntuación superior a ‘1’ implicaba que los planetas gigantes aumentarían la zona habitable o ayudarían a estabilizar la órbita del planeta similar a la Tierra.
Cerca del 60 por ciento de los sistemas simulados obtuvieron una puntuación de ‘0’ o inferior a ‘1’. En concreto, ocho sistemas con planetas similares a Júpiter y Saturno y con puntuaciones de habitabilidad que oscilaban entre 0 y 0,93, pero 253 de los sistemas simulados consiguieron superar ese límite, mejorando de hecho las condiciones de habitabilidad hasta el punto de merecer el calificativo de ‘ultra habitables’.
«El sistema más habitable de todos -explica Bailey- era uno con planetas gigantes de masa relativamente baja, una décima parte de la masa de Júpiter, ubicados relativamente lejos en el sistema y con órbitas casi circulares». Lo cual podría significar que los sistemas de exoplanetas con parejas de gigantes gaseosos relativamente pequeños serían los mejores candidatos para buscar vida.
Aunque, por supuesto, no existe garantía alguna de que efectivamente sea así. Según Bailey, «el número de factores que entran en juego es increíblemente complejo. En este trabajo, ignoramos por completo el proceso de formación de planetas, y sabemos que los planetas gigantes podrían ser necesarios para la formación de un planeta terrestre”. En todo caso, y aunque aún no se comprenden del todo bien todos los efectos que los planetas gigantes pueden tener sobre los más pequeños, el trabajo es un importante paso para averiguarlo.