James Webb entra en la última etapa de preparación para empezar una jornada de observaciones sin precedentes

El telescopio más potente de la historia está a un solo paso de iniciar con sus observaciones científicas.

Representación artística del telescopio espacial James Webb en el espacio. / Kevin Gill

La NASA ha informado recientemente que se están llevando a cabo actividades para la fase final de la puesta en servicio: profundizar en los detalles de los instrumentos científicos, el corazón de Webb.

Hace poco el telescopio completó su alineación óptica, donde también se informó que lo siguiente es la calibración de los instrumentos, conocida como puesta en marcha de los instrumentos científicos. Después de eso el telescopio estará listo para empezar a hacer ciencia.

En un comunicado, el científico principal de la puesta en servicio de Webb, Scott Friedman, del Instituto de Ciencias del Telescopio Espacial (STScI), brindó todos los detalles de esta fase final de la puesta en servicio.

«Ahora comenzaremos un amplio conjunto de calibraciones y caracterizaciones de los instrumentos utilizando una rica variedad de fuentes astronómicas. Mediremos el rendimiento de los instrumentos, es decir, cuánta luz que entra en el telescopio llega a los detectores y se registra. Siempre hay alguna pérdida con cada reflexión por los espejos del telescopio y dentro de cada instrumento, y ningún detector registra cada fotón que llega. Mediremos este rendimiento en múltiples longitudes de onda de la luz observando estrellas estándar cuya emisión de luz se conoce a partir de datos obtenidos con otros observatorios combinados con cálculos teóricos.

También se realizará mediciones de la nitidez de las imágenes estelares, conocida por los astrónomos como «función de dispersión de puntos». El telescopio proporciona a los instrumentos una calidad de imagen que supera nuestras expectativas previas al lanzamiento, pero cada instrumento tiene ópticas adicionales.

La mayoría de los objetos astronómicos están tan lejos que parecen estar inmóviles en el cielo. Sin embargo, esto no ocurre con los planetas, los satélites y los anillos, los asteroides y los cometas de nuestro sistema solar. Por lo tanto, las actividades de puesta en marcha de instrumentos también incluyen las observaciones de objetivos en movimiento. Esta capacidad se probará observando asteroides de diferentes velocidades aparentes utilizando cada instrumento.

«Nos encontramos en los dos últimos meses de la puesta en marcha de Webb antes de que esté totalmente preparado para su misión científica. Todavía tenemos que probar, medir y demostrar importantes propiedades y capacidades de los instrumentos. Cuando esto se haya completado, estaremos listos para comenzar los grandes programas científicos que tanto los astrónomos como el público han estado esperando ansiosamente. Ya casi estamos ahí», dijo Friedman.

Este proceso tomará aproximadamente 2 meses, permitiendo empezar las observaciones dentro del tiempo planeado, a mitad de año. Esto es muy corto tiempo considerando que todas las fases tardan alrededor de 6 meses.

Webb llegó a su destino a finales de enero, desde entonces se encuentra orbitando el punto 2 de Lagrange (L2), a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra en dirección contraria al Sol. Su sofisticada tecnología y su campo de visión (infrarrojo) lo permitirá durante sus observaciones científicas capturar la luz que ha estado viajando por el espacio desde hace 13.500 millones de años, cuando se formaron las primeras estrellas y galaxias. Cada espera valdrá la pena, completamente.

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