Los investigadores desarrollaron 13 tipos de pinturas en distintos colores: blanco, azul y un amarillo/verde. Tienen componentes como dióxido de titanio, tanatos de cobre y zinc, y usan como materia prima el polvo de tara (fuente de taninos hidrolizables) y sulfato de cobre de grado industrial y Ácido Esteárico Grau analítico (PA).
Para el desarrollo de estas pinturas utilizaron pigmentos funcionales en diferentes concentraciones. Para el amarillo, una concentración de 4% y 10%, y para el azul, 5% y 10%.
“El amarillo es un color característico de los elementos que se encuentran dentro de los buses de transporte público. Pero por el color marrón oscuro del tanato de cobre, al final hemos obtenido una pintura un poco más verdosa. El azul (fue el otro color elegido) porque las pinturas contienen ftalocianina de cobre”, indicó a la Agencia Andina Antonella Hadzich, miembro del equipo de investigadores.
La materia prima de las pinturas fueron resina acrílica, solventes y aditivos, lo que permitió realizar un desarrollo de las pinturas a bajo costo y compatibles con acero inoxidable 304. Durante las primeras pruebas, los investigadores, además de pigmentos, aplicaron la resina usada para la preparación de las pinturas espolvoreando tanato de cobre fino a otras probetas.
Las placas de acero inoxidable a las que se aplicó las pinturas durante diversos periodos de tiempo fueron sometidas a cinco microorganismos con diferente rango de resistencia: la bacteria Bacillus thuringiensis Subsp. israelensis, que es resistente a la radiación ultravioleta y a los tratamientos antisépticos; la candida spp.; el bacilo Escherichia coli, que habita en el tracto gastrointestinal; la bacteria Staphylococcus aureus, presente en la piel o la nariz; y el Bacteriofago, un virus que infecta a otras bacterias, y se encuentra sobre todo en suelos y aguas.
“Si podíamos confirmar que nuestras pinturas podrían inhibir el crecimiento de algunos microorganismos, estaríamos confirmando que potencialmente inhiben la permanencia y desarrollo del virus SARS-CoV-2”, señaló el coordinador académico del Instituto de Corrosión y Protección de la PUCP Santiago Flores a tiempo de señalar que la investigación ha sido concluida.
Luego de probar las 13 pinturas, los investigadores concluyeron que el tanato de cobre (TCu) reduce entre 99,4 y 100% las UFC (unidades formadoras de colonias) de candida spp, bacterio-fago, bacterias Escherichia coli y Staphylococus aureus. Mientras que las pinturas formuladas con TCu-PA con concentraciones de 4% y 10 % tienen la capacidad de reducir entre 60% y 100% la formación de colonias de estas bacterias y virus. Además, los pigmentos con taninos condensados logran reducir entre el 44% y 100%. En tanto, la bacteria Bacillus thuringiensis Subsp. israelensis, que está constituido por esporas resultó la más resistente, ya que la inhibición fue menor al 30%.
“Estamos a la espera de una convocatoria de Prociencia para llevar a cabo el desarrollo tecnológico e innovación desde su actual grado de maduración tecnológica a un estado final que permita comercializarlo”, concluyó Flores al señalar que las pruebas piloto se realizarían en varias superficies como en los pasamanos, estribos y otros elementos del interior de las unidades del transporte público en Lima.