Amazon también quiere controlar tu conexión a internet desde el espacio

Planea lanzar sus dos primeros satélites a finales de 2022 para crear una constelación que compita con la de Elon Musk.

Los dos satélites de Amazon serán lanzados en el nuevo cohete experimental RS1 / Amazon

El negocio está ahí arriba. Amazon se ha sumado a la batalla por controlar las conexiones de internet con el Proyecto Kuiper, una constelación de 3.236 satélites que pretende proporcionar banda ancha «de alta velocidad y asequible» a decenas de millones de personas en todo el mundo. La iniciativa podría dar su primer gran paso a finales de 2022, cuando el gigante tecnológico estadounidense planea lanzar sus dos primeros satélites al espacio. De esta forma, la compañía fundada por Jeff Bezos competirá con el ambicioso sistema Starlink de Elon Musk, formado por un ‘ejército’ de 1.700 aparatos ya en órbita.

Amazon anunció este lunes la presentación de una solicitud de licencia experimental ante la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), para lanzar y operar dos prototipos de satélites: KuiperSat-1 y KuiperSat-2. Su intención es probar las distintas tecnologías, tanto para el lanzamiento como para el diseño final de los satélites que se emplearán en la constelación completa, incluidos los sistemas de propulsión, módems o antenas. Los dos prototipos se lanzarán desde Cabo Cañaveral en Florida a bordo de un nuevo cohete experimental llamado RS1, con una capacidad de carga útil de más de una tonelada, que actualmente desarrolla la firma californiana ABL Space Systems. Ambos orbitarán a 590 kilómetros de altitud, aunque en el futuro sus compañeros podrán alcanzar los 610 km y 630 km sobre la Tierra.

«Hemos inventado muchas nuevas tecnologías para cumplir con nuestros objetivos de coste y rendimiento para el Proyecto Kuiper. Todos los sistemas se están probando bien en entornos simulados y de laboratorio, y pronto estaremos listos para ver cómo funcionan en el espacio», dice Rajeev Badyal, vicepresidente de tecnología del Proyecto Kuiper, en el blog de la compañía. «Nada sustituye a las pruebas en órbita y esperamos aprender mucho dada la complejidad y el riesgo de operar en un entorno tan desafiante. No podemos esperar para comenzar», agrega.

Riesgo de choque

Numerosos científicos han advertido del peligro que puede poner el incremento exponencial de satélites lanzados por compañías privadas, que eleva considerablemente el riesgo de choques en la órbita terrestre al tiempo que suponen una nueva fuente de contaminación lumínica. A este respecto, Amazon asegura que KuiperSat-1 y KuiperSat-2 están diseñados para la desaparición atmosférica y serán desorbitados activamente después de la misión, al tiempo que se tomarán «medidas adicionales» para evitar y mitigar el riesgo de desechos orbitales.

Además, el equipo también dice estar comprometido a trabajar con astrónomos para reducir la visibilidad de los satélites del Proyecto Kuiper. Por ejemplo, uno de los dos prototipos de satélites incluirá una sombrilla «para ayudarnos a comprender si es una forma eficaz de reducir la reflectividad y mitigar su impacto en los telescopios ópticos terrestres», explican. Compararán la reflectividad entre las dos naves espaciales y compartirán cualquier aprendizaje con la comunidad científica después de la misión.

El Proyecto Kuiper, que se desarrolla en Redmond, Washington, cuenta con una inversión de al menos 10.000 millones de dólares. En él trabajan más de 750 personas. Aunque el objetivo de Amazon es plantarle cara al sistema de Elon Musk, es algo menos ambicioso y le queda mucho para alcanzarle. Mientras Kuiper todavía no ha despegado, Starlink ya tiene 1.700 aparatos en la órbita baja de la Tierra y pretende llevar hasta allí un total de 12.000. La lucha por llevar internet a los hogares ha entrado en una nueva dimensión.

ABC