¿Hay aún diferencia entre un animal y el mejor robot al correr sobre cuatro patas?

La evolución de la robótica está conquistando logros que hasta hace no muchos años eran exclusivos de la ciencia-ficción. De los robots que caminaban despacio y con torpeza se ha pasado a robots que galopan, esquivan obstáculos imprevistos y hasta hacen saltos acrobáticos. Uno de los máximos exponentes es ahora un robot miniguepardo cuyas más recientes mejoras le permiten reaccionar asombrosamente bien ante obstáculos en tiempo real.

Los robotistas del MIT han desarrollado un sistema que mejora la velocidad y la agilidad de los robots con patas cuando saltan para superar desniveles pronunciados del terreno. / Equipo de investigación. CC BY-NC-ND 3.0

En los últimos años, los robots de cuatro patas inspirados en el movimiento de los guepardos y otros animales han registrado grandes avances, pero la mayoría de ellos todavía están muy por detrás de sus homólogos de carne y hueso cuando se trata de correr por un terreno rebosante de cambios de elevación.

En esos escenarios, es necesario utilizar la visión para evitar una caída. Por ejemplo, pisar un hoyo es difícil de evitar si no se puede ver. Aunque existen algunos métodos para incorporar la visión a la locomoción con patas, la mayoría de ellos no son realmente adecuados para su uso con los nuevos sistemas robóticos ágiles. Esto lo sabe bien el equipo de Gabriel Margolis, Pulkit Agrawal y otros que trabaja en el Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial (CSAIL), adscrito al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Cambridge, Estados Unidos.

Margolis y sus colaboradores han desarrollado un sistema que mejora la velocidad y la agilidad de los robots con patas cuando saltan para superar desniveles pronunciados del terreno. El novedoso sistema de control se divide en dos partes: una que procesa la información en tiempo real procedente de una cámara de vídeo montada en la parte delantera del robot y otra que traduce esa información en instrucciones sobre cómo debe mover su cuerpo el robot. Los investigadores probaron su sistema en el robot miniguepardo del MIT, un robusto y ágil robot construido en el laboratorio del robotista Sangbae Kim.

A diferencia de otros métodos para controlar un robot de cuatro patas, este sistema de dos partes no requiere que el terreno esté cartografiado de antemano, una enorme ventaja que sitúa a los robots en la misma situación de muchos animales, incluyendo el ser humano, que no necesitamos conocer de antemano un terreno para poder correr sobre él y esquivar razonablemente bien los obstáculos que vayamos descubriendo con la vista.

NCYT