El arcoíris es uno de los fenómenos más pintorescos que la naturaleza puede regalarle a los observadores. Sin embargo, visualizar un arcoíris puede no ser cosa de todos los días debido a el ritmo de la vida cotidiana, o el paisaje atiborrado de altos edificios, puede impedir que mucha gente disfrute de esta maravilla óptica.
Quizás por eso es que cada 3 de abril se conmemora el Día Mundial de Encontrar un Arcoíris. Como sucede con muchos otros días internacionales no oficiales, el origen de esta celebración no está claro pero continúa sirviendo año a año como excusa ideal para dedicar un día a buscar maneras de disfrutar el fenómeno descrito por primera vez en 1667 por Isaac Newton.
En efecto, fue Newton el que identificó los siete colores del arcoíris en su orden: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta. El científico británico describió la descomposición de la luz solar y halló que los colores y su orden eran siempre los mismos. Es la explicación científica más célebre del fenómeno, aunque no la primera. En 1637, el filósofo francés René Descartes había explicado el arco que forma el arcoíris, al comprender que los rayos de luz se desviaban al atravesar las gotas.
Por supuesto, también había explicaciones que escapan a lo científico y atribuían el llamativo fenómeno a la gracia de diferentes dioses. Una célebre leyenda, recordada hasta la actualidad, se valía del hecho de que es imposible alcanzar el punto en el que el arcoíris toca la tierra para asegurar que, en ese punto, es posible hallar a un duende junto a una olla con oro.
¿Cómo observar un arcoíris?
Para poder celebrar el Día de Encontrar un arcoíris es preciso saber cómo encontrar uno. Por supuesto, se trata de un fenómeno que no se produce de forma regular y sí o sí es necesario esperar a que llueva para, una vez terminada la precipitación, agudizar la vista en busca del arco de siete colores.
Un artículo escrito por el meteorólogo y astrónomo estadounidense Joe Rao para la revista Live Science aporta algunos consejos útiles para saber dónde encontrar un arcoíris, una vez que llueve.
Para empezar, el experto recuerda que el arcoíris siempre se verá del lado opuesto al sol. Por eso, durante la mañana el arcoíris será visible hacia el oeste, ya que el sol está en el este; mientras que por la tarde, cuando la luz solar proviene del oeste, el arcoíris se proyectará hacia el este.
También es necesario saber cuándo observar. Si bien el comportamiento de la lluvia puede variar según la región del mundo, en general es más frecuente que llueva durante la tarde que temprano a la mañana. Por eso, suelen verse más arcoíris después del mediodía que antes.
Esta particularidad era incluso utilizada por los marineros del hemisferio norte para predecir el tiempo. Dado que las tormentas suelen desplazarse desde el oeste hacia el este en esas latitudes, ver un arcoíris por la tarde era síntoma de que la tormenta ya había pasado. Si el arcoíris aparecía por la mañana proyectado en el oeste —donde estaba lloviendo— significaba que la lluvia se acercaba.
Además, es preciso tener en cuenta que no siempre que llueve y sale el sol es posible ver un arcoíris. Según recuerda el experto, el arcoíris se verá con facilidad como un arco completo cuando el sol está saliendo o cerca de ponerse. Sin embargo, cuando sobrepasa los 42 grados con respecto al horizonte ya no será visible.
Esto ocurre porque, en esos casos, el arcoíris se está formando debajo de la línea del horizonte. Rao apunta que existe dos formas de ver el fenómeno en esas circunstancias: desde un avión o desde una montaña alta.