Un equipo de arqueólogos internacional realizó un nuevo estudio de los restos óseos de un mastodonte encontrados en los noventa en los suburbios de San Diego (EEUU). Un análisis microscópico ha encontrado huellas de estos huesos en los lados orientados hacia arriba de dos adoquines recolectados del sitio.

Tomando en cuenta la edad de los restos de huesos —130.000 de años—, los investigadores sugirieron que los huesos fueron colocados encima de una piedra que actuó en calidad de yunque y martillados con una herramienta de procedencia artificial presuntamente por los seres humanos.

Los autores del artículo publicado en la revista Journal of Archaeological Science: Reports recalcan que se trata del impacto humano porque si los restos óseos estuvieran en contacto natural con las rocas, se verían sus rastros por toda la superficie de las rocas y no solamente en la parte superior.

Al recolectar el material del sitio, los arqueólogos del equipo de San Diego afirman haber excluido una posibilidad de que el polvo óseo de alguna manera se disperse y flote hacia las piedras durante los trabajos de excavación o en el laboratorio. Incluso en las muestras del suelo del yacimiento hallaron indicios de los huesos en las concentraciones mucho más bajas que en las partes superiores de los adoquines.

“La explicación más parsimoniosa es que los residuos [y el desgaste] se derivan del contacto deliberado con el hueso. Consideramos que este escenario es el más probable”, se desprende del artículo.

Por qué aún es temprano para volver a escribir la historia

Se considera en base de evidencias arqueológicas que los primeros humanos llegaron al continente americano entre 14.000 y 20.000 años atrás. La nueva teoría de 130.000 años fue propuesta en 2017 y según la sociedad científica hacen falta más argumentos de los que se han presentado hasta el momento.

Así, muchos científicos cuestionan el origen artificial del impacto sobre los huesos encontrados. Por ejemplo, el yacimiento arqueológico de Cerutti Mastodon se encuentra cerca de una autopista en construcción, y por esto es muy probable que los restos óseos hayan sido desgastados por maquinaria.

En un comentario a Science News, el biólogo Gary Haynes, que no formó parte del estudio, dijo que la versión más probable es que los vehículos de la obra hayan enterrado estas piedras junto a los huesos de mastodonte.

Otros críticos sostienen que mucho antes de la llegada de nuestros antepasados, la zona estuvo expuesta a impactos de carácter natural: podrían haber sido pisoteados, desplazados, fracturados, desgastados y reorientados por otros mamíferos utilizando el antiguo cauce fangoso.

Como sea, la nueva investigación no ha resultado suficiente para dispersar las dudas acerca de la migración humana prehistórica. Aún así, contribuye en la discusión y motiva los siguientes estudios en este ámbito.

Sputnik