Un nuevo desarrollo tecnológico ha logrado imitar la capacidad de camuflaje de los moluscos y otros cefalópodos: investigadores de la Universidad Nacional de Seúl crearon un traje de piel artificial imperceptible que se controla térmicamente, variando del espectro infrarrojo al visible. Según un artículo publicado en Eurekalert.org, el dispositivo termoeléctrico funciona tanto de día como de noche y permite expresar diversos colores mediante cambios en la temperatura.
Una investigación realizada por especialistas surcoreanos, que fue publicada en la revista Advanced Functional Materials, permitió diseñar un traje de piel artificial que “copia” la capacidad de camuflaje de los cefalópodos. Los pulpos, por ejemplo, poseen células llenas de pigmentos que les permiten modificar rápidamente su aspecto para adaptarse al entorno, variando su color en cuestión de segundos. De esta forma, pueden evitar una amenaza y pasar desapercibidos, como si fueran parte del paisaje.
Esta fantástica capacidad no solamente ha inspirado a los creadores de historias de ficción, sino también a los científicos. El nuevo traje desarrollado en Corea del Sur aprovecha los últimos avances en cuanto al manejo tecnológico relacionado con los mecanismos físicos para reproducir las funciones de camuflaje de los cefalópodos. Ahora es posible crear dispositivos con la misma habilidad para variar de tonalidad en escasos segundos.
Cambio de espectro
Sin embargo, hasta el momento la mayoría de los trabajos se centraron en el camuflaje en un rango único, no dual. Ofrecen soluciones en una gama visible o en el espectro infrarrojo, pero no pueden variar entre ambas modalidades. Los especialistas asiáticos destacaron que su modelo de traje de piel artificial logra cambiar fácilmente entre el modo visible o infrarrojo según la situación lo requiera. Para ello, la única variable utilizada es la temperatura: son los cambios térmicos los que generan las modificaciones de colores y de modalidad.
El grupo de científicos y técnicos dirigido por el Profesor Seung Hwan Ko en la Universidad Nacional de Seúl demostró recientemente la efectividad de su plataforma de camuflaje bajo demanda, evidenciando el funcionamiento esperado tanto de día como de noche. La base del desarrollo es un dispositivo termoeléctrico flexible que es capaz de enfriarse y calentarse activamente, sirviendo como estructura principal para distintos accesorios, como en este caso un traje de piel artificial.
El funcionamiento se sustenta en el ajuste de la superficie de cada píxel, una condición que permite el camuflaje térmico en el rango de infrarrojos al igualar la temperatura ambiente. Para ampliar el rango de camuflaje de infrarrojo a modo visible, los especialistas incorporaron cristal líquido termocrómico en la superficie del dispositivo. Esto permite modificar la reflectancia de la luz de acuerdo a la temperatura que alcance el artefacto.
Pruebas y aplicaciones
La característica de variación de la reflectancia lumínica mediante la modificación térmica permite expresar una interesante variedad de colores, siempre y cuando se modifiquen las condiciones de temperatura. De esta forma, el nuevo sistema de camuflaje engloba el modo visible y el infrarrojo obteniendo un «espectro completo» con una única estructura flexible, controlada mediante la variación térmica.
Además de los avances técnicos mencionados, el grupo de expertos también logró demostrar la efectividad de esta piel artificial de camuflaje colocándola sobre la epidermis humana. Las pruebas evidenciaron que una persona dotada con este traje de piel artificial pudo camuflarse en diversos contextos, como detrás de un arbusto o moviéndose entre múltiples estructuras y variando del espectro infrarrojo al visible.
Entre las aplicaciones de este nuevo dispositivo destacan áreas como la seguridad y los servicios militares, pero también puede tener interesantes usos en observación y conservación ambiental, rescates, relevamiento de flora y fauna y otras acciones que hagan necesaria la integración con el entorno para evitar distintos peligros o amenazas.