Presentan una nueva especie de gliptodonte con espinas en su cola

Investigadores de la Universidad Nacional de Rosario estudiaron una nueva especie de armadillo gigante que vivió a fines de Pleistoceno, hace más de 10 mil años, en el noreste de la provincia de Buenos Aires. Se estima que este acorazado podría haber alcanzado hasta tres metros de longitud.

La publicación sobre esta nueva especie se realizó en la revista científica South American Earth Sciences.

En la localidad de Las Flores, a orillas del río Salado, un equipo del Instituto de Fisiografía y Geología de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) descubrió una nueva especie de gliptodonte, la cual poseía unas protuberancias córneas en su cola, probablemente en forma de espinas, que le servían de sistema de defensa y tenían una apariencia semejante a la de un mazo medieval.

El doctor Luciano Brambilla (CEI-UNR) comentó que este animal “pertenece al género Panochthus, cuyos miembros tenían un tamaño muy grande y una coraza dura compuesta por placas que varían de cuadrangulares a hexagonales”.

“En esta oportunidad, reconocimos a esta nueva especie a través de su cola”, contó Brambilla. Y detalló: “Los Panochthus, como otros gliptodontes no tienen las vértebras caudales expuestas, sino que tienen una especie de estuche óseo que las recubre, el cual es alargado, tubular, a veces deprimido, y se caracteriza por unas marcas o depresiones particulares”.

Cuando el armadillo gigante vivía, en esas depresiones, se alojaban unas espinas o protuberancias, por lo que la cola de este animal conformaba una especie de mazo medieval. “Este mazo natural le servía para la defensa contra depredadores, aunque también la podría haber usado para luchar contra miembros de su especie”, comentó el autor principal del estudio publicado en la revista científica South American Earth Sciences.

La autora Paula López, de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la UNR, quien colabora en la investigación, indicó que “Panochthus es uno de los géneros más diversos del grupo de los gliptodontes, los cuales fueron uno de los mamíferos más representativos de la megafauna del Pleistoceno sudamericano. Tenían aspecto muy llamativo, con una especie de armadura cubriendo su cuerpo, su cabeza y cola, y podían llegar a los tres metros de longitud y a pesar una tonelada”.

“Además, en las colas poseían estas protuberancias córneas que dejan marcas características al fosilizarse, con las cuales podemos identificar a distintas especies”, relató López.

La nueva especie fue nombrada Panochthus florensis en alusión a la localidad de Las Flores donde fueron hallados los restos de este animal. Paula López indicó que “esto pasa a ser parte del patrimonio de Las Flores y sus vecinos pueden sentir este descubrimiento como propio”.

Cuatro tipos de mazos
Brambilla específicó que la ubicación de las puntas en estos mazos naturales son muy estables y, por ello, cuando se perciben diferencias muy notorias, los expertos interpretan que se trata de una especie diferente.

Previamente, se conocían al menos tres tipos emparentados de colas con muescas descritas para el final del Pleistoceno, por lo que el Panochthus florensis es el nuevo y cuarto integrante de este grupo. “Este material sobre el cual publicamos el estudio fue encontrado por miembros del Museo de Ciencias Naturales de Las Flores a orillas del río Salado, en 2009, durante una gran sequía que hubo en el centro este de Buenos Aires”.

De este estudio también fue partícipe Horacio Parent, del Instituto de Fisiografía y Geología de la UNR. “Nuestra actividad del Laboratorio de Paleontología ha continuado con mucha intensidad en el período de aislamiento social, trabajando casi exclusivamente a distancia”, destacó Parent.

El experto comentó que “en el laboratorio, se desarrollan dos campos amplios de investigación científica: las más antigua es sobre amonites jurásicos y la cuenca Neuquina, y sus conexiones con las faunas centroamericanas y europeas; la otra rama, que se desarrolla con intensidad desde hace algunos años, está centrada sobre la paleontología y estratigrafía de la región pampeana”.

CTYS