Antes del Big Bang, es posible que hubiera otro universo anterior al nuestro que ocupaba el mismo espacio donde estamos hoy, declaró Roger Penrose, matemático y físico de la Universidad de Oxford, tras obtener el Premio Nobel de Física 2020 por su trabajo en el campo de los agujeros negros.
Considera el Premio Nobel que nuestro universo no ha sido el primero en existir y que tampoco será el último, tal como informa al respecto el diario The Thelegraph.
En opinión de Penrose, nuestro universo continuará expandiéndose hasta que toda su materia finalmente se desintegre. Y luego, en su lugar, comenzará un nuevo universo.
En apoyo de su teoría, señala que en la actualidad se pueden observar agujeros negros «muertos» originados en universos anteriores o «eones».
Espirales misteriosas de luz
Se basa en las espirales de luz que aparecen en el llamado Fondo Cósmico de Microondas, una especie de radiación electromagnética descubierta en 1965 que está por todo el universo.
Para Penrose y su equipo, esas espirales de luz, que llamó “puntos de Hawking”, son los restos de un agujero negro anterior al Big Bang que dio origen a nuestro universo, tal como explican en un artículo publicado el pasado julio en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
Los “puntos de Hawking” se llaman así porque el famoso astrofísico británico descubrió que los agujeros negros tienen temperatura y producen radiación a través de la cual se evaporan.
Y como la escala de tiempo para la evaporación completa de un agujero negro es, según se piensa, más larga que la edad de nuestro universo, Penrose supone que esa región finita del espacio que es un agujero negro procede de un tiempo anterior al Big Bang.
Futuro Big Bang
La radiación electromagnética de un moribundo agujero negro es la que genera las espirales de luz que aparecen en el Fondo Cósmico de Microondas: Penrose y otros científicos de Oxford la atribuyen a un agujero negro que existió antes de la aparición de nuestro universo. Otros científicos consideran, sin embargo, que esas espirales de luz son, precisamente, un efecto del Big Bang.
Con motivo de la concesión del Premio Nobel de Física, otorgado junto a Reinhard Genzel, director del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre en Alemania, y a la astrónoma estadounidense Andrea Ghez, Penrose ha insistido en su teoría de un universo previo al nuestro.
«Tenemos un universo que se expande y se expande, y toda la masa se desintegra, y en esta loca teoría mía, ese futuro remoto se convierte en el Big Bang de otro eón», expresó.
Cosmología cíclica
La teoría de Penrose se basa en la así llamada Cosmología Cíclica Conforme (CCC), un modelo cosmológico situado en el marco de la relatividad general, propuesto en 2010 por el propio Penrose.
Según este modelo, el universo se repite a través de ciclos infinitos, identificándose el infinito temporal futuro de cada iteración anterior con el Big Bang del siguiente ciclo, tal como explicó Penrose en su libro Los ciclos del tiempo.
La idea, puramente teórica, es controvertida, aunque otros científicos creen también que el universo se desenvuelve en un ciclo perpetuo en el que se expande y se contrae para después continuar con un nuevo Big Bang.
Controversia
Las declaraciones de Penrose con motivo de la concesión del Premio Nobel no han pasado inadvertidas. La revista Forbes publicó inmediatamente un artículo señalando que la teoría CCC no puede igualar los éxitos inflacionarios del Big Bang.
Según la teoría inflacionaria, el universo comenzó desde un punto de densidad infinita conocido como Big Bang hace unos 13.700 millones de años y desde entonces está en expansión y condenado a convertirse en un universo frío, uniforme e irrelevante.
El artículo de Forbes, firmado por el joven astrofísico y bloguero Ethan R. Siegel, añade: «al contrario de los titulares recientes y las afirmaciones de Penrose, no hay evidencia de un universo antes del Big Bang.»
Destaca también que los datos se oponen abrumadoramente a lo que sostiene Penrose: “Las predicciones que hizo son refutadas por los datos, y sus afirmaciones de ver estos efectos solo son reproducibles si se analizan los datos de una manera científicamente errónea e ilegítima. Cientos de científicos han señalado esto a Penrose, repetida y consistentemente, durante más de 10 años, a pesar de lo cual continúa ignorando las evidencias y avanzando en sus argumentos.”