Un grupo de investigadores de la Universidad de St. Andrews, en Escocia, ha desarrollado un innovador método para verificar la autenticidad de un whisky, sin necesidad de quitar la tapa o de utilizar parte del contenido. De acuerdo a una nota de prensa, utiliza espectroscopia láser y puede aplicarse también a otras bebidas alcohólicas, como vodka o ginebra.
Si tenemos en cuenta el valor de algunas botellas de whisky, que en los casos de las marcas más exclusivas pueden superar el millón de euros, es evidente que este desarrollo tecnológico posee trascendencia y utilidad. Asimismo, en el Reino Unido el mercado de la falsificación de whisky supone pérdidas de alrededor de 220 millones de euros al año, de acuerdo a un estudio publicado en 2018 por la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea.
Buscando una solución a este inconveniente, que además no supone la pérdida del contenido de la botella ni su apertura, los científicos escoceses desarrollaron una investigación que desembocó en el nuevo método, que se explica en la revista Analytical Methods.
Viendo a través del whisky
El sistema creado en St Andrews emplea láseres que tienen la capacidad de “ver a través de la botella”, analizando el contenido de la misma sin necesidad de abrir el recipiente o de manipular una muestra de la bebida. Sin embargo, el gran problema inicial, que posteriormente fue solucionado, era evitar el registro del vidrio. De hacerlo, los parámetros a analizar estarían “contaminados” y los resultados no serían fiables.
Los especialistas eligieron la técnica de espectroscopia láser, un proceso que genera un efecto de dispersión lumínica en muchos colores de una sustancia que se desea analizar. Las tonalidades expresan la composición química de la sustancia, y por eso es posible identificar bacterias, bebidas, alimentos, pinturas en esculturas y hasta la presencia de polvos explosivos.
Ciencia e ingenio
Para evitar el problema del registro del vidrio de la botella, los investigadores recurrieron a una mezcla de ciencia e ingenio. Colocaron un cristal delante de la botella y aplicaron la espectroscopia láser sobre un punto muy específico del contenido. De esta forma, evitaron el vidrio y concretaron el análisis sin necesidad de abrir la botella.
¿Cómo lo lograron? En lugar de iluminar la botella con un rayo láser estándar, el equipo utilizó un cristal para dar forma al rayo y producir un anillo de luz láser que se reflejaba, por un lado, en la superficie de la botella y, por otro lado, en un punto bien enfocado dentro del contenido líquido. Como la señal que genera el láser en la botella y el líquido se encuentran en diferentes posiciones, se puede colocar un detector para registrar solo la señal del líquido, lo que significa que el contenido de la botella se puede evaluar sin tener que abrir la botella.
De acuerdo a los investigadores, esta nueva herramienta tecnológica puede tener un amplio campo de aplicaciones en distintas áreas de la industria, aunque específicamente ya ha sido probada con éxito en el análisis de otras bebidas alcohólicas, como vodka y ginebra. Asimismo, como el método no requiere de especificaciones ópticas demasiado complejas, los científicos creen que podrá ser fácilmente desarrollado para un uso masivo.