Antiguo cetro hallado en Israel sería la primera evidencia de “estatuas divinas” de tamaño natural
June 22, 2020 El Mundo , NoticiasUn cetro de aproximadamente 3.200 años de antigüedad encontrado en un sitio bíblico en el sur de Israel puede ser la primera evidencia física de “estatuas divinas” de tamaño real utilizadas en los rituales cananeos, según un nuevo informe.
Yosef Garfinkel, un profesor de arqueología de la Universidad Hebrea de Jerusalem, escribió en la revista académica Antiquity que el cetro, que estaba hecho de bronce y recubierto de plata, fue descubierto dentro del sótano de un templo cananeo en Lachish.
Relacionó el cetro, que parece una espátula, con un cetro encontrado en Hatzor en el norte, así como con una pequeña figurita encontrada en el sitio de un templo cananeo en Meggido.
En la mano de la figurita hay un espectro que Garkinfel llamó “versión en miniatura” de los encontrados en Lachish y Hatzor. También notó que el cetro de Meggido tiene un complejo patrón de círculos clavados en él, informó el diario Haaretz, similar al cetro de Lachish.
Basándose en estas similitudes, Garfinkel dijo que el cetro de Lachish probablemente fue sostenido una vez en la mano de una estatua de tamaño real.
“Los cetros de Lachish, Hazor y Megiddo pueden ser considerados atributos característicos del dios cananeo ‘El’. El cetro era el emblema de este dios, un marcador de identificación y símbolo de su poder”, escribió en el artículo.
Garkinfel añadió “esto plantea la cuestión de si el cetro se hizo poderoso porque lo sostenía el dios, o si el dios recibió sus poderes del cetro”, señalando que el patrón del cetro “puede haber tenido su propio significado simbólico”.
También señaló que Moisés hizo milagros usando “el bastón de Dios”, lo que sugiere una conexión bíblica.
Mientras que el uso de estatuas divinas de tamaño natural en la región se menciona en las fuentes históricas, Garfinkel dijo que aún no se habían encontrado estatuas en la región. Dijo que esta escasez puede deberse a que muchas de las estatuas hechas de materiales perecederos como la madera o los textiles, provocan que se deterioren con el tiempo.