Estudios preliminares apuntan a nuevas cepas del coronavirus mucho más contagiosas

Y esto conlleva un resultado mucho más preocupante: que las vacunas o tratamientos experimentales que se están desarrollando podrían no ser del todo efectivos contra estas mutaciones.

Varios investigadores han emitido conclusiones sobre la capacidad del coronavirus SARS-CoV-2 para mutar en cepas más contagiosas, y quizás potencialmente más mortales. Ello contribuiría a explicar (aunque no por completo) la muestra desigual de fallecidos y casos graves en distintas regiones del mundo.

Al respecto, existen dos estudios preliminares, es decir, que todavía no han pasado la revisión por pares (peer review) que se requiere para que una investigación científica goce de suficiente solidez, pero que merece la pena comentar. Estos estudios concluyen que el coronavirus habría mutado en cepas, como decíamos, potencialmente más contagiosas. Y esto conlleva un resultado mucho más preocupante: que las vacunas o tratamientos experimentales que se están desarrollando podrían no ser del todo efectivos contra estas mutaciones, dado que se habría tomado como referencia para desarrollarlo a la cepa inicial del virus, la de la ciudad china de Wuhan.

El primero al que nos referimos se publicó el 23 de abril en medRxiv, un servidor de estudios científicos preliminares. En él, investigadores de la universidad china de Zhejlang afirman haber hallado nuevas versiones del coronavirus más virulentas, tras haber logrado aislar hasta 11 cepas diferentes en pacientes chinos, en las que lograron identificar 33 mutaciones diferentes. Estas mutaciones harían que la cepa número 11 sería unas 270 veces más virulenta que la cepa inicial.

El segundo estudio fue publicado el 30 de abril, esta vez, en bioRxiv. científicos del Laboratorio Nacional de Los Alamos, en Estados Unidos han realizado un seguimiento de la mutación en tiempo real en el SARS-CoV-2, centrándose en la proteína S, clave para infectar a las células humanas. Identificaron 14 mutaciones de la proteína S. Dado que esta es la llave de entrada a las células humanas, estas mutaciones probablemente indican una mayor contagiosidad en las nuevas cepas.

Pero también, como indican los investigadores en el estudio, haría a las personas más vulnerables a una segunda infección, debido a que las personas que han pasado la COVID-19 podrían haber desarrollado inmunidad para las cepas iniciales del virus, pero no para las mutaciones.

Una cepa europea más contagiosa 

Este último análisis, que reconoce una probable mayor contagiosidad del coronavirus, establece que la nueva cepa mutada apareció en Europa en el mes de febrero, y más tarde se trasladaría a Estados Unidos. Específicamente, se dice que la cepa mutada infectó primero a los italianos, y que luego se extendería por el resto de Europa. En cuanto a América, parece ser, según el estudio, que la cepa original habría llegado a Estados Unidos, pero que habría sido sustituida por la versión mutada para el 15 de marzo. 

Hay que aclarar que el estudio no indica que las cepas mutadas del virus sean más letales, sino solo más contagiosas. Pero sí se concluye que las personas infectadas tendrían más carga viral, y también mayor riesgo de sufrir complicaciones graves.

La cuestión sobre las mutaciones del virus no es que una cepa se sustituya por otra. Como se explica en el estudio: “Hay evidencia de recombinación entre cepas que circulan localmente, lo que indica que existen infecciones por múltiples cepas”. 

Los hallazgos aquí presentados tienen importantes implicaciones, no solo en el estudio de la transmisión del coronavirus, sino para el desarrollo de tratamientos de inmunidad, como vacunas; y tratamientos virales, que deberían tener en cuenta estas mutaciones para ser lo más efectivas posible.

Los estudios que no han pasado por la revisión por pares deben siempre ser interpretados con precaución. El peer review es una de las herramientas con que cuenta la comunidad científica para asegurar el éxito del método científico.

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