El secreto que guardan las esponjas marinas en la lucha contra el cáncer

La Bahía de Manado, en Indonesia, alberga una cura natural al cáncer de cuello uterino. La manzamina A de una de las esponjas que habitan allí detiene el crecimiento de las células cancerígenas y destruye las ya formadas, tal y como han descubierto científicos de la Universidad de Medicina de Carolina del Sur en colaboración con otros centros.

© Flickr / Dimitris Siskopoulos

Una reciente publicación del Journal of Natural Products arroja luz en el campo de la lucha contra el cáncer de cuello uterino y podría suponer un hito en la oncología actual. El de cuello de útero es el cuarto cáncer más común en mujeres, y la Sociedad Americana del Cáncer estima que habrá 13.800 nuevos diagnósticos del mismo y 4.290 muertes en 2020.

La investigación, realizada por investigadores de la Universidad de Medicina de Carolina del Sur y sus colaboradores, que incluyen a investigadores de la Universidad de Carolina del Sur, de la universidad College of Charleston, de la Universidad Gadjah Mada en Indonesia y de la Universidad de Malaya en Malasia, ha extraído varias conclusiones interesantes sobre la manzamina A.

La primera propiedad beneficiosa de esta molécula de esponja marina es su naturaleza selectiva: tras examinar los efectos anticrecimiento y de destrucción de células cancerígenas de la manzamina A en cuatro líneas celulares diferentes del cáncer de cuello uterino, se concluyó que la molécula puede detener el crecimiento y destruir células cancerígenas, pero sin dañar las sanas. Y es que los investigadores han demostrado que la manzamina A comparte estructuras similares con inhibidores conocidos de una proteína que tiene una alta incidencia en varios tipos de cáncer, pero siendo unas 10 veces más potente en el bloqueo de esas problemáticas proteínas.

Otra característica a destacar de esta molécula es que resulta ser polivalente. La manzamina A también es eficaz contra el parásito responsable del paludismo y contra la malaria. De hecho, algunos análogos de esta clase única de medicamentos son candidatos para el control del COVID-19, la enfermedad causada por el coronavirus SARS-CoV-2.

“Esta es una nueva aplicación muy emocionante para una molécula que ha demostrado anteriormente un potencial significativo para el control de la malaria y tiene buenas propiedades similares a las de un medicamento”, explica el Doctor Mark T. Hamann, profesor de la Universidad de Medicina de Carolina del Sur y coautor principal del informe.

El uso de estas moléculas cuenta con una ventaja extra de cara al medioambiente: “las esponjas en su hábitat natural pueden ser cultivadas con éxito y, a diferencia de otras formas de acuicultura, limpian el medio ambiente”, dice Hamman.Se han registrado varias patentes sobre la manzamina A. Los próximos pasos son establecer su relevancia clínica, según Hamann. “El objetivo ahora es asegurarse de que funciona en los animales y luego tratar de avanzar en las aplicaciones clínicas y el desarrollo posterior”, comenta el experto.

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