Descubrimiento de la época romana en Noruega entusiasma a los arqueólogos
September 15, 2019 El Mundo , NoticiasPara la mayoría de las personas, Escandinavia comienza a jugar un papel en la historia de la humanidad con la llegada de la época vikinga.
Pero un reciente descubrimiento en el centro de Noruega ha creado mucho entusiasmo entre los arqueólogos y prueba que el extremo norte de Europa tenía contactos con el Mediterráneo al menos medio milenio antes.
Un caldero de bronce que data de la época romana ha sido desenterrado en un cementerio en el centro de Noruega. Es el primer hallazgo de este tipo en el país en cincuenta años y arroja nueva luz sobre los contactos de la región con el antiguo Imperio romano.
El peculiar hallazgo fue encontrado en las afueras de la ciudad costera de Trondheim, a 380 kilómetros al norte de Oslo, durante los trabajos previos a la construcción de una autopista. Es el último de una serie de descubrimientos emocionantes en Escandinavia que han incluido entierros en barcos a lo largo de Noruega y Suecia.
El equipo de investigadores estaba emocionado incluso antes de haber levantado la primera piedra, explicó Ellen Grav Ellingsen: “Habíamos pasado por encima del lugar con un detector de metales y entonces sabíamos que había algo debajo de una de las losas de piedra del entierro”.
La arqueóloga agregó que tal artefacto fue importado del lejano Imperio romano. Se cree que se hicieron en Italia o en las provincias romanas del Rin, y con el tiempo fueron intercambiados o regalados. Si bien en su momento estos artefactos se produjeron en masa, son un hallazgo raro hoy en día, lo que sugiere que el área ahora conocida como Gylland cerca del río Gaula era una zona de estatus y riqueza durante la época romana.
“Esta riqueza probablemente estuvo relacionada con el paso del tráfico y la proximidad de Gylland a importantes recursos de tierra como lo fue la producción de hierro en el centro de Noruega en la época romana”, dijo Moe Henriksen, quien dirigió la excavación.
Lo más probable es que el sepulcro perteneciera a una persona de estatus, dado que los bienes importados generalmente se reservaban para los ricos. Después de la cremación, los restos se colocaron en el caldero de bronce, algo común en los entierros de la antigua Escandinavia.
Los arqueólogos ahora están examinando el artefacto en el laboratorio de conservación del Museo de la Universidad NTNU, pero a primera vista todo apunta que se trata de un artefacto que data de 150-300 d. C.