Una esfera de color

Esta imagen del Sol, tomada en primerísimo plano, nos descubre una superficie dorada, salpicada de manchas oscuras y rojizas, filamentos ensortijados y zonas más claras denominadas “playas solares”, regiones brillantes que suelen hallarse cerca de las manchas solares. El ancho de la imagen abarcaría más o menos un tercio del diámetro del disco solar.

La imagen fue capturada en 2015 desde la sede del Centro Europeo de Astronomía Espacial (ESAC) en Madrid, empleando un telescopio H-alfa Solarmax 90 (9 cm de diámetro) y una cámara QHY5-II Mono. Inicialmente se creó un vídeo de la superficie solar de 283 segundos en escala de grises para después combinar y colorear el mejor 30 % de esos 8.222 fotogramas, dando lugar a esta imagen.

La parte del Sol aquí mostrada se conoce como cromosfera (que significa “esfera de color”) y constituye una de las tres capas principales que forman nuestra estrella. Esta capa se encuentra justo por encima de la fotosfera, la superficie visible del Sol con la que estamos más familiarizados. Cuando se observa con un telescopio H-alfa, como sucede aquí, la cromosfera puede revelar millares de curiosas formaciones por todo el disco solar.

Las manchas solares no son permanentes. Pueden durar días o semanas y se producen cuando se retuercen y concentran en un lugar concreto campos magnéticos intensos, obstaculizando el flujo de energía del interior del Sol a la superficie. Así, las manchas solares son más frías que las zonas que las rodean, por lo que parecen más oscuras, mientras el gas continúa fluyendo por debajo y alrededor de estas áreas de disrupción magnética.

El Observatorio Heliosférico y Solar (SOHO) de la ESA/NASA, lanzado en 1995, ha estudiado a fondo estas formaciones, ha caracterizado los flujos dentro y alrededor de las manchas y ha descubierto que se forman a medida que los campos magnéticos se abren paso a través de la superficie visible del Sol. El trabajo de misiones como SOHO tendrá continuación con el futuro satélite Solar Orbiter, primera misión de clase intermedia seleccionada para el programa Cosmic Vision 2015-2025 de la ESA.

Solar Orbiter explorará cómo el Sol crea y manipula una zona del espacio conocida como heliosfera, una burbuja que forma el viento solar y que constituye un caudal continuo de partículas cargadas procedente del Sol hacia el Sistema Solar. La misión también tomará por primera vez imágenes claras de los polos solares y seguirá la actividad magnética a medida que se forma y provoca potentes llamaradas y erupciones. Tras su lanzamiento, previsto para febrero de 2020, Solar Orbiter revolucionará nuestra comprensión del funcionamiento de nuestra estrella.

Aquí se puede consultar más información sobre Solar Orbiter en español.

ESA