5 sencillos ejercicios que puedes hacer todos los días para reducir significativamente el estrés
April 30, 2018 Bienestar , NoticiasEstos cinco ejercicios que pueden ponerse a práctica en el día a día, son una herramienta básica para reducir el estrés de una vida altamente ocupada y que, sin tomarlo en consideración, puede llegar a provocar una vida enferma y deprimida.
En redes sociales inundan memes acerca de lo que implica intentar sobrevivir al exceso de trabajo, estudios, vida social, vida saludable, deporte, familia y otros elementos indispensables de una lista interminable. En muchas ocasiones el resultado es una persona despeinada, con unas largas ojeras y mirada casi desquiciada, caminando en modo automático y muriendo lenta pero efectivamente de estrés. Es una imagen que, pese a poseer rasgos divertidos, es una realidad para muchas personas en la actualidad.
De hecho, para Bill Rielly, con un título de West Point, un puesto ejecutivo en Microsoft, una fe fuerte, una vida familiar y un cuerpo ejercitado, el secreto de llevar una vida equilibrada es prestarle especial atención al cuerpo y a sus necesidades. Para él, tras realizar maratones en los que terminaba más tarde de lo que él estaba acostumbrado y de lo que él deseaba, se vio en la necesidad de profundizar en las razones que provocaban estos resultados. Tras años de investigación introspectiva, se dio cuenta que la clave era para el equilibrio era el dominio del estrés: sólo de esta manera podría mejorar la calidad de su vida y no sólo eso, mejorar exponencialmente sus habilidades profesionales.
Rielly explica que el primer paso para regular significativamente el estrés es la respiración: basta con tomar tres respiraciones largas cada vez que se uno se enfrenta a una situación estresante –a la hora de comenzar un trabajo escrito, de hablar seriamente con alguien, se trabajar largas horas…–. Una vez que las respiraciones se vuelven un hábito, es posible repetir estos patrones en otros momentos del día. Es así que uno, casi sin darse cuenta, se vuelve más paciente, calmado y disfruta más del momento; e incluso se puede cambiar de perspectiva y alcanzar nuevas soluciones al ver una incógnita o un problema.
El segundo paso, la meditación. Si bien es importante diferenciar entre el mainstream de la filosofía espiritual moderna, la medicación se convirtió en una herramienta útil para escuchar a su cuerpo parte por parte, y a enseñarle a la mente a enfocarse determinadamente. Además, a lo largo de su investigación descubrió que, según varios investigadores de la Universidad de Harvard, la meditación ayuda al incremento de materia gris en el cerebro, la cual es una sustancia responsable de la regulación emocional y del aprendizaje. En otras palabras, mediante la meditación es posible incrementar el control emocional y las habilidades cognitivas.
El tercer paso, el aprender a escuchar a las personas. Es muy común que cuando dos personas se enfrentan a un argumento, cada uno de ellos escuchen a la otra persona con el sólo deseo de responderle y no de comprender a profundidad a qué se refiere. De hecho, una vez que se cambia de paradigma a a la hora de escuchar al interlocutor, él mismo cambia y el vínculo se enriquece volviéndose más significativo. En palabras del profesor Graham Bodie, “escuchar es la quintaesencia más positiva de la conducta de comunicación interpersonal.”
El cuarto, permitirse a uno mismo cuestionarse de todo y por todo. Principalmente los pensamientos que la mente crea: pues éstos suelen ser en muchas ocasiones atentar la salud emocional de un individuo. Preguntarse: “¿Es verdad este pensamiento?”, y en caso de no serlo, lo mejor es ponerlo a un lado sólo para dejar de cargar con ideas negativas en la mente, las emociones y el cuerpo. Es decir que en vez de poner estas preguntas debajo de una alfombra, el escarapelarlas nos ayuda a desacreditarlas y seguir adelante con nuestros objetivos.
Y el quinto, no olvidar nunca los objetivos. Para Rielly no se trata de alcanzar “El gran objetivo de la vida”, sino de comprometerse con la vida en sí: a la hora de comer, disfrutar la comida; a la hora de ver la televisión, disfrutar del programa; a la hora de hablar con alguien, disfrutar de esa charla; a la hora de hacer un trabajo, disfrutar de trabajar. Curiosamente cuando se realizan las actividades con la mente dividida –por un lado pensando en la comida, por otro en contestar un correo y por otro responderle a la pareja que está en frente de uno mismo– suele incrementar considerablemente el estrés.
Estos cinco ejercicios que pueden ponerse a práctica en el día a día, son una herramienta básica para reducir el estrés de una vida altamente ocupada y que, sin tomarlo en consideración, puede llegar a provocar una vida enferma y deprimida.