El lugar elegido para la puesta de largo del servicio ha sido Canberra, la capital de Australia y la ciudad más grande del país. En principio el servicio a domicilio estará disponible para productos de pequeño tamaño que serán traídos a la puerta de la casa del cliente.

De momento hay 12 compañías que han accedido a hacer uso de los servicios de mensajería de la compañía Project Wing, subsidiaria de Alphabet, que a su vez controla a Google.

El medio ABC informa que antes de obtener los permisos necesarios se llevaron a cabo pruebas durante un año. Durante ese tiempo, los drones hicieron 55.000 entregas sin ningún percance. No obstante, sí hubo un problema del que se quejaron los vecinos: el ruido generado por estos dispositivos.

La compañía hizo caso de los habitantes de Canberra y desarrolló un modelo de dron más silencioso, aunque las autoridades locales no lo requerían, informa el medio.

Como se puede apreciar en los vídeos ofrecidos por la compañía, los drones empleados para el servicio de mensajería difieren de los dispositivos normales que estamos acostumbrados a ver.

Están diseñados de tal manera que, al elevarse a una determinada altitud como lo haría un helicóptero, empiezan a usar sus motores horizontales a modo de avión para volar más rápido, lo cual aumenta su alcance y velocidad de servicio.

De momento tienen un alcance de 10 kilómetros y pueden llevar una carga de hasta 1,5 kilos. Otra particularidad de estos drones es que por motivos de seguridad nunca aterrizan y entregan los paquetes bajándolos por una cuerda.

La compañía destacó que, en las etapas iniciales del proyecto, el servicio a domicilio por medio de los drones estaría disponible solo para 100 viviendas en varios suburbios de la ciudad, aunque este número crecerá poco a poco.

Sputnik