El entrenamiento musical mejora la capacidad de atención

Los músicos pueden responder y centrarse con mayor rapidez y precisión y filtrar de manera más efectiva los estímulos irrelevantes.

El entrenamiento musical produce mejoras duraderas en un mecanismo cognitivo que ayuda a las personas a estar más atentas y a distraerse menos con estímulos irrelevantes mientras realizan tareas exigentes. Según un estudio publicado en la revista ‘Heliyon’, los músicos demuestran un mayor control ejecutivo de la atención (un componente principal del sistema de atención) que los no músicos. En particular, cuantos más años de entrenamiento tienen los músicos, más eficientemente controlan su atención.

“Investigamos los efectos del entrenamiento musical en los principales componentes del sistema de atención. Nuestros hallazgos demuestran una mayor capacidad de control de la atención inhibitoria en los músicos que en los no músicos. Los músicos profesionales pueden responder y centrarse con mayor rapidez y precisión en lo que es importante para realizar una tarea, y filtrar de manera más efectiva los estímulos incongruentes e irrelevantes que los no músicos. Además, las ventajas se incrementan con los años de capacitación”, explicó el investigador principal, Paulo Barraza, de la Universidad de Chile.

El sistema de atención consta de tres subsistemas que están mediados por redes neuronales anatómicamente distintas: alerta, orientación y redes de control ejecutivo. La función de alerta está asociada con el mantenimiento de los estados de preparación para la acción. La función de orientación está vinculada a la selección de información sensorial y al cambio de enfoque atencional. La función de control ejecutivo está involucrada tanto en la supresión de estímulos irrelevantes y que distraen como en el control de la atención de arriba a abajo. Los hallazgos del estudio también demostraron una correlación entre las redes de alerta y orientación en los músicos en relación a los no músicos, lo que posiblemente refleja una relación funcional entre estas redes de atención derivadas de la práctica musical.

Los investigadores registraron el comportamiento de 18 pianistas profesionales y un grupo combinado de 18 adultos no músicos que participaron en una prueba de redes de atención. El grupo de músicos estaba formado por estudiantes de conservatorio a tiempo completo o graduados de los Conservatorios de la Universidad de Chile, la Universidad Mayor de Chile y la Universidad Austral de Chile, con un promedio de más de 12 años de práctica. Los “no músicos” eran estudiantes universitarios o graduados que no habían recibido clases formales de música y no podían tocar ni leer música.

Los participantes vieron y proporcionaron feedback inmediatamente sobre variaciones de imágenes presentadas rápidamente para probar la eficiencia de su comportamiento reactivo. Las puntuaciones medias de las redes de alerta, orientación y ejecutivas para el grupo de músicos fueron de 43.84 milisegundos (ms), 43.70 ms y 53.83 ms; y de 41.98 ms, 51.56 ms y 87.19 ms, respectivamente para el grupo de no músicos. Las puntuaciones más altas muestran un control de atención inhibitoria menos eficiente.

Habilidades cognitivas extra-musicales

Investigaciones anteriores habían demostrado que el entrenamiento musical sistemático produce cambios en el cerebro que se correlacionan con la mejora de algunas habilidades musicales específicas. Sin embargo, el entrenamiento musical no solo mejora la percepción auditiva musical, sino que también parece tener un impacto en el procesamiento de las habilidades cognitivas extra-musicales (por ejemplo, la memoria de trabajo). Según los investigadores, este es el primer estudio que prueba el efecto del entrenamiento musical en las redes de atención, lo que se suma a investigaciones anteriores sobre el efecto potencial de la práctica musical en el desarrollo de habilidades cognitivas extra-musicales.

“Nuestros hallazgos en torno a la relación entre entrenamiento musical y mejora de las habilidades de atención podrían ser útiles en campos clínicos o educativos, por ejemplo, para fortalecer la capacidad de las personas con TDAH para manejar las distracciones o el desarrollo de programas escolares que fomenten el desarrollo de habilidades cognitivas a través de la práctica musical. Investigaciones longitudinales futuras deberían abordar directamente estas interpretaciones”, señala el investigador David Medina, de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación.

DICYT