8 curiosidades sobre los gatos que la ciencia ha confirmado
En los últimos años los científicos han profundizado en el comportamiento, fisiología y otras peculiaridades de nuestros amigos felinos. Seguro que algunos de sus hallazgos te sorprenden.
Cada vez se publican más estudios curiosos que nos hablan del comportamiento gatuno en muchas de sus facetas y explican algunas de esas cosas tan curiosas que hacen nuestras mascotas y hasta ahora no habíamos sabido explicar. También desmontan algunos de esos tópicos sobre los gatos y su carácter supuestamente arisco y desapegado. La revista Science Focus ha recopilado algunas de estas investigaciones:
Un estudio publicado en la revista Scientific Reports en 2020 indicaba que la mejor forma de establecer un vínculo afectivo con un gato es usar la llamada ‘técnica del parpadeo lento’, que consiste en mirar al animal entrecerrando los ojos y parpadeando lentamente.
Al igual que otros animales, los gatos son mucho más sensibles que nosotros a los sonidos, olores y cambios en la presión atmosférica. Justo antes de una tormenta, los oídos internos de los gatos detectan esta repentina caída de la presión. Si la tormenta ya se ha desatado a kilómetros de la casa, es posible que el animal pueda percibir incluso el retumbar de los truenos en la distancia.
Aunque tú lleves una dieta carente de proteínas animales, no deberías intentar que tu gato haga lo mismo: los gatos son carnívoros por naturaleza, y existen determinados aminoácidos, como la taurina, que solo se encuentran en la carne y que su organismo no es capaz de sintetizar. La carencia de este compuesto puede causar ceguera e insuficiencia cardiaca, y su exceso infecciones urinarias graves, por lo que darles un suplemento de taurina sintética tampoco es una opción aconsejable.
Los gatos necesitan una temperatura ambiente mucho más cálida que nosotros, y habitualmente el suelo de las casa está muy frío. Por eso, meterse a dormir en una caja es tan atractivo para estos felinos: allí están, simplemente, muy cómodos y calentitos.
Dicen que los gatos son ariscos, independientes… ¡nada que ver con la realidad! Ellos también nos echan de menos, como demostró un trabajo publicado en la revista PLOS ONE que reveló que uno de cada diez gatos domésticos muestra problemas de comportamiento al separarse temporalmente de sus dueños.
En el año 2019 un trabajo científico reveló que los gatos muestran los mismos rasgos de apego seguro que se observan en los perros, en los que la presencia de un cuidador humano provoca comportamientos que indican que se sienten seguros y tranquilos.
Nos encantan los gatos, pero es mejor que no estén sueltos por ahí: según un trabajo publicado en 2020 en la revista Animal Conservation, en la misma superficie, los gatos domésticos matan de dos a diez veces más presas que los depredadores salvajes de tamaño equivalente. “Si a esto se le suma la elevadísima densidad de gatos domésticos en algunas áreas, el riesgo para las poblaciones de aves y pequeños mamíferos empeora aún más”, explicó Roland Kays, el investigador responsable de la investigación.
Los bigotes de los gatos están formados por unos 24 pelos móviles, acompañados de otros pequeños bigotillos en ojos, barbilla y parte posterior de patas delanteras. Estos pelos engrosados están llenos de nervios que ayudan a los gatos a cazar en la oscuridad y a ser extremadamente precisos en sus movimientos.
