7 pueblos tan extraños (y fascinantes) que resulta difícil creer que existen
June 30, 2020 El Mundo , NoticiasCada asentamiento de población en nuestro planeta es único, pero algunos de estos espacios urbanos son tan raros que resulta difícil creer que realmente existen.
Su contacto con extraterrestres, el lugar donde fueron construidos o el hecho de pertenecer simultáneamente a dos países son algunas de las particulares características de estos pueblos extraños, varios de ellos dignos de ser visitados al menos durante un fin de semana.
Un pueblo donde oficialmente no puedes morir
Se trata de Longyearbyen (Noruega), uno de los asentamientos más septentrionales del planeta y, por raro que parezca, es un pueblo donde oficialmente no puedes morir. La localidad cuenta con un cementerio, pero lleva más de 7 décadas sin ser usado. ¿Por qué?
Resulta que el clima de Longyearbyen es extremadamente frío y esto impide que los cuerpos se descompongan. Los cadáveres son preservados por el hielo permanente (permafrost), convirtiéndolos en objetivo de animales salvajes e incluso de la morbosidad humana.
Así entonces, las personas que fallecen son llevadas de inmediato en avión a la parte continental del país para sepultar sus cuerpos.
La ciudad que le pertenece a Alemania y a Suiza
Si bien no es la única ciudad “compartida” entre dos países, esta se destaca por una característica muy particular. Nos referimos a Büsingen am Hochrhein, un exclave alemán en Suiza. Económicamente, es parte de Suiza; administrativamente, es parte de Alemania.
- Esta es la única ciudad alemana con el franco suizo como moneda principal.
- Tiene dos códigos postales: uno suizo y uno alemán.
- Los ciudadanos usan números telefónicos suizos y alemanes.
- FC Büsingen es el único equipo alemán que juega en el campeonato suizo.
Una ciudad cueva
Matmata es una ciudad localizada al sur de Túnez, donde aún se encuentran habitadas varias viviendas subterráneas, conocidas como “Casas Trogloditas”.
Las casas tienen diversas habitaciones, cocina y baño, pero ya no están habitadas por necesidad; únicamente unas 50 familias viven allí para cobrar visitas. El principal inconveniente es que cuando caen grandes aguaceros, el agua de lluvia no puede desaguar bien, y las cuevas se pueden derrumbar fácilmente, dado que no están formadas por rocas sino por arenas.
La ciudad más azul del mundo
Paredes, puertas e incluso escaleras de la bella ciudad de Chefchauen en Marruecos llaman la atención por sus tonos azules. Se dice que la ciudad fue pintada así por los judíos que habitaron la ciudad, pues para ellos el color azul es sagrado. Aunque ya se han marchado, la tradición se conserva, atrayendo -antes del coronavirus- a miles de turistas cada año.
Una ciudad alienígena
La ciudad estadounidense de Roswell, en el estado de Nuevo México, es conocida en todo el mundo por el supuesto choque de una nave extraterrestre en el año 1947.
Lo que ocurrió fue que un objeto desconocido colisionó contra un rancho. Aunque el Ejército de los Estados Unidos lo categorizó como un globo meteorológico convencional, no fue hasta después de la década de 1970 que el acontecimiento se hizo popular debido al surgimiento de diversas y elaboradas teorías conspirativas. La mayoría coincide con la afirmación de que en Roswell habrían aterrizado naves espaciales extraterrestres.
Desde entonces, en la ciudad se llevan a cabo festividades de temática alienígena, e incluso la decoración del McDonald’s local es alusiva a seres de otros mundos.
El pueblo construido en una roca
Setenil de las Bodegas es un pueblo español de la provincia de Cádiz muy visitado por turistas de todo el mundo, seguramente porque está edificado sobre una gigantesca roca basáltica.
El principal atractivo de este municipio lo constituye el mismo pueblo, declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1985, debido a la belleza y originalidad de su entramado urbano.
Aquí hay más muertos que vivos
Colma es un pueblo estadounidense en California que posee 17 cementerios, lo que hace que la población fallecida exceda a los vivos por millar a uno. Esto se debe a una antigua ordenanza de relocalización de todos los cementerios de San Francisco a Colma.
Los pobladores del lugar solían ser sepultureros, floristas y fabricantes de lápidas. Pero en la década de 1980 comenzaron a establecerse allí personas de otras profesiones, lo que ha llevado a diversificar el pueblo, con la variedad de servicios y de comercios al por menor típicos de un pequeño pueblo de los Estados Unidos.