John Harrison, el relojero que resolvió el problema más desconcertante de su tiempo

El inventor británico del siglo XVIII creó el cronómetro marino y consiguió determinar la posición de un barco en el mar.

Por resolver el que era considerado por las autoridades de su país el más desconcertante enigma de su tiempo pasó a la Historia el británico John Harrison (1693-1776). Este relojero es el inventor del cronómetro marino, empleado para medir con precisión la longitud y determinar la posición de un barco en el mar. Este martes 3 de abril Google le rinde homenaje con un doodle en el que es el 325 aniversario de su nacimiento.

El Parlamento británico lanzó en 1714 el Premio Longitud, que ofrecía unas 20.000 libras a cualquiera que resolviera un importante problema del siglo XVIII: cómo determinar la longitud (como posición global o localización) con exactitud cuando un barco ha recorrido largas distancias en el mar. Muchos coetáneos pensaban entonces que la cuestión era imposible de resolver, pero el premio fue finalmente para Harrison, que diseñó un reloj que mantiene la hora exacta local del Sol.

H-1, el primer reloj marino realizado por Harrison. Su construcción requirió cinco años de trabajo. Se puso a prueba en 1736 en un viaje a Lisboa. / Wikipedia

El inventor, hijo de un humilde carpintero de Yorkshire y apasionado por las entrañas de las máquinas desde su infancia, cayó en la cuenta de que dotar de péndulos a un reloj expuesto al balanceo natural de un barco en una tormenta era una empresa condenada a la inexactitud. A partir de esta premisa, Harrison dedicó el resto de su vida a encontrar y perfeccionar el cronómetro infalibe. Era un relojero de postín. Hasta cinco versiones desarrolló. La primera, de 34 kilos, le llevó cinco años. La llamó H-1 (Harrison primero), funcionaba con ruedas dentadas de madera y su aspecto no recordaba a ninguno de los relojes vistos hasta la fecha. Con la última, bautizada como H-5, que presentó directamente en las dependencias del rey Jorge III, obtuvo por fin su reconocimiento después de toda una vida dedicada a perseguir un sueño.

La intervención de un rey

El H-5 / Wikipediafe Morales

El cronómetro H-5 mostró una precisión de un tercio de un segundo por día. Impresionado, Jorge III aconsejó entonces al Parlamento que se entregase el premio completo a Harrison, e incluso amenazó con comparecer ante la cámara para reprender personalmente a los parlamentarios si no lo hacían. Finalmente, el 24 de abril de 1773, cuando ya tenía 80 años de edad, Harrison recibió una recompensa de 8.750 libras que se sumaba a las 10.000 libras anteriormente recibidas por revelar el funcionamiento de su máquina. Eso sí, no obtuvo el premio oficial (que nunca fue otorgado a nadie). Murió tres años después. Google ha querido hoy compensar su esfuerzo. Gracias a su trabajo, los barcos pueden navegar sin miedo a perderse en la inmensidad del mar.

En 2014, inspirado en el Premio Longitud, el gobierno británico ofreció 10 millones de libras (unos 12 millones de euros) a quien resuelva «el mayor problema en el mundo», un desafío que comprende la búsqueda de un sustituto para el petróleo, la producción de alimentos a bajo coste o la erradicación de la malaria.

El doodle con el que Google recuerda a John Harrison / Google

ABC