3 sorprendentes efectos que el calor puede causar sobre tu cuerpo

Para muchas personas, una de sus estaciones preferidas es el verano. En esta época hay las vacaciones escolares y también muchos adultos pueden disfrutarlas, pasando más horas en contacto con la naturaleza.

El sol oscurece la piel y por fin quedan atrás los resfriados y las gripes que suelen padecerse en invierno. No obstante, el calor provoca otros efectos en el cuerpo humano. A continuación, te contamos algunos que probablemente te sorprenderán.

1. Mal aliento

Cuando hace mucho calor, el cuerpo se puede llegar a deshidratar. A su vez, la deshidratación causa un efecto desagradable: es muy probable que la persona tenga mal aliento. Cuando alguien se deshidrata, su boca queda seca.

Entonces se produce una acumulación de bacterias porque en la boca hay muy poca saliva y no puede arrastrarlas. “Es lógico, cuando hace más calor se debe ingerir más líquido, ya que al incrementarse la transpiración el cuerpo pierde más cantidad de agua”, comenta Harold Katz, especialista en halitosis.

“Además, hay otros factores que pueden incrementar el problema: consumir medicamentos para tratar la rinitis alérgica (la alergia que provoca el polen), hacer a menudo ejercicio al aire libre, seguir dietas veraniegas y tomar el sol con frecuencia”.

2. Un cuerpo más fuerte

¿Tienes la sensación de que el sol te da más fuerza? En efecto, así es. El cuerpo humano es capaz de producir la vitamina D cuando se expone al sol. Con la ayuda de esta vitamina, el cuerpo puede absorber el fósforo y el calcio de los alimentos, lo que es importante para fortalecer los músculos, los huesos y los dientes.

Por este motivo, las autoridades sanitarias aconsejan a la población que tomen vitamina D por medio de suplementos durante los meses en que luce poco el sol, especialmente en las naciones donde cuentan con pocas horas de luz solar y el invierno es largo. La insuficiencia de luz solar puede provocar que los huesos sean más frágiles.

El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS) señala que no se puede precisar cuánto tiempo de exposición al sol es necesario para producir la cantidad conveniente de vitamina D, ya que es variable en cada persona y depende de diversos factores, como de la dieta, el color de piel, el lugar en el que nos encontramos y la cantidad de piel que se expone al sol.

Como es complicado determinar el tiempo de exposición, aconsejan tomar el sol con cuidado y sin olvidarse de emplear el protector solar.

3. Si el calor es excesivo, dejas de transpirar

La temperatura habitual del cuerpo humano oscila entre 37° C y 38° C, aunque si alguien ha estado pasando mucho calor durante un largo rato o ha hecho un esfuerzo físico considerable bajo el sol justiciero, la temperatura corporal incluso puede llegar hasta los 40° C.

Cuando la temperatura alcanza este extremo, tiene lugar lo que se conoce como golpe de calor. Según explica la Clínica Mayo, se trata del trastorno más grave producido por un exceso de calor y hay que recurrir con urgencia a la atención médica.

El sistema regulador de la temperatura corporal ralentiza su funcionamiento cuando detecta una temperatura tan elevada y se detiene la transpiración, pues la prioridad del cuerpo es conservar agua en torno a los órganos vitales.

Ante la sospecha de que una persona sufre un golpe de calor, siempre hay que llamar a emergencias. Mientras se espera la llegada de los médicos, es recomendable intentar bajar la temperatura colocando hielo en las axilas y en la ingle, ya que en estas zonas se encuentran las arterias principales.

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