10 curiosidades sobre la Vía Láctea que te sorprenderán
October 11, 2023 El Universo , NoticiasExplorando las maravillas cósmicas: 10 datos fascinantes sobre la Vía Láctea que te sorprenderán.
La Vía Láctea, nuestra galaxia, es un vasto universo lleno de misterios y maravillas. Aunque hemos estado observando y estudiando nuestra galaxia durante décadas, todavía hay muchos secretos que se esconden en su vasta extensión. En este artículo, analizaremos 10 curiosidades fascinantes sobre la Vía Láctea que seguramente te sorprenderán.
La Vía Láctea: nuestro hogar galáctico
Cuando miramos hacia el cielo nocturno, todas las estrellas que vemos pertenecen a la Vía Láctea, la galaxia en la que vivimos. La Vía Láctea alberga no solo a nuestro sistema solar, sino también a miles de millones de planetas, algunos de los cuales aún desconocemos. Sin olvidarnos de las lluvias de estrellas con las que a veces nos regala noches inolvidables.
Una galaxia mayormente plana
La Vía Láctea es una galaxia que tiene aproximadamente 100,000 años luz de largo y 1,000 años luz de ancho. En su mayor parte, es un disco plano, aunque un poco deformado. Dentro de este disco, nuestro Sol y sus planetas se encuentran a más de 26,000 años luz del núcleo galáctico. Este núcleo está rodeado por una onda de polvo y estrellas que lo envuelve.
La edad de la tierra en términos galácticos
El sistema solar se mueve a una velocidad vertiginosa de 805,000 kilómetros por hora a través del espacio interestelar. Para dar una vuelta completa alrededor del centro de la Vía Láctea, se necesitan aproximadamente 250 millones de años terrestres. La última vez que la Tierra estuvo en la misma posición en la Vía Láctea, los continentes estaban unidos, los dinosaurios recién habían aparecido, los mamíferos aún no habían evolucionado y se estaba gestando la extinción masiva más grande de la historia de nuestro planeta.
El gigantesco agujero negro en el centro
En el centro de la Vía Láctea se encuentra Sagitario A, un inmenso agujero negro que tiene una masa equivalente a unos 4 millones de veces la de nuestro Sol. Aunque nunca se ha observado directamente debido a las densas nubes de polvo y gas que lo ocultan, los astrónomos han podido calcular su masa observando las órbitas de estrellas y nubes de gas cercanas. Estos agujeros negros gigantes residen en el corazón de la mayoría de las galaxias y algunos emiten radiación tan poderosa que puede verse a millones de años luz de distancia.
La Vía Láctea en colisión
En unos 4 mil millones de años, la Vía Láctea colisionará con su vecina más cercana, la Galaxia de Andrómeda. Aunque suene catastrófico, este evento no será tan impactante como podríamos imaginar. La Tierra sobrevivirá a esta colisión galáctica, y solo unas pocas estrellas serán destruidas. El resultado será una nueva mega galaxia con cielos nocturnos increíblemente estrellados.
Una galaxia llena de estrellas
La Vía Láctea alberga entre 100 y posiblemente hasta 400 mil millones de estrellas. Muchas de estas estrellas son pequeñas y poco luminosas, lo que hace difícil detectarlas a distancias cósmicas, especialmente cuando nubes masivas de gas y polvo oscurecen la vista cerca de Sagitario A. Aunque los astrónomos han estimado el número total de estrellas en nuestra galaxia en función de su masa y luminosidad, sigue siendo imposible determinar con precisión este número.
Un halo de materia oscura
La Vía Láctea está inmersa en un vasto y masivo halo de materia oscura que se extiende mucho más allá de los límites de la galaxia en sí. En la década de 1960, la astrónoma Vera Rubin dedujo la presencia de materia oscura en la periferia de las galaxias al estudiar la velocidad de rotación de las estrellas en galaxias espirales. Descubrió que las estrellas en la periferia de Andrómeda se movían a velocidades que deberían haberlas expulsado al espacio profundo del universo, pero permanecían en sus órbitas debido a una especie de pegamento cósmico: la materia oscura.
Estrellas antiguas y galaxias satélite
La Vía Láctea está rodeada por más de 150 antiguos cúmulos de estrellas, algunos de los cuales son los más antiguos conocidos en el universo. Estos cúmulos globulares, como se les llama, orbitan en los alrededores de la Vía Láctea y su centro galáctico. Cada uno de estos cúmulos contiene cientos de miles de estrellas. Además de estos cúmulos, varias galaxias enanas satélite acompañan a la Vía Láctea en su viaje a través del cosmos. Algunas de estas galaxias son difíciles de observar, pero otras, como la Nube Pequeña y la Nube Grande de Magallanes, son visibles en el hemisferio sur de la Tierra.
Devorando galaxias vecinas
La Vía Láctea es conocida por absorber las galaxias que se acercan demasiado. Con el tiempo, los científicos han detectado docenas de corrientes de estrellas, remanentes de galaxias que la Vía Láctea ha desgarrado debido a su poderosa gravedad. Durante el último congreso de la Unión Astronómica Americana, un equipo del Dark Energy Survey anunció el descubrimiento de 11 corrientes estelares adicionales, algunas de las cuales llevan nombres aborígenes.
Emisiones de gas caliente en el centro
La Vía Láctea emite burbujas masivas de gas extremadamente caliente. Las burbujas de Fermi son estructuras radiantes en forma de «8» que se encuentran a ambos lados del centro galáctico de la Vía Láctea y están orientadas perpendicularmente al disco galáctico. Aunque aún no se sabe exactamente por qué se forman y existen estas burbujas, los científicos creen que podrían estar relacionadas con la muerte de una estrella en la región de Sagitario A.
Nubes de gas en fuga
Recientemente, se han observado más de cien nubes de hidrógeno escapando a través de la galaxia a una velocidad asombrosa de 1,2 millones de kilómetros por hora. Los científicos que estudian estas nubes del desierto explican que pueden actuar como rastreadores para el proceso que da lugar a las burbujas de Fermi.
¿Cuánto tarda el sistema solar en dar una vuelta alrededor de la Vía Láctea?
El sistema solar tarda aproximadamente 225-250 millones de años en dar una vuelta completa alrededor del centro de la Vía Láctea. Este período se conoce como «año galáctico» o «año cósmico».