Manuscritos astronómicos medievales podrían revelar pistas del enigmático Planeta X

Una historiadora y un astrónomo combinaron antiguos registros de cometas con imágenes contemporáneas “que se han pasado por alto por mucho tiempo”.

Percival Lowell creador del término “Planeta X” y la respectiva hipótesis. Antes que él, otros como Jacques Babinet también creyeron en la posibilidad de un planeta transneptuniano / Wikimedia

Investigadores de la Queen’s University de Belfast, en el Reino Unido, aseguran que registros astronómicos medievales podrían proporcionar pistas sobre la ubicación del enigmático Planeta X del Sistema Solar, que se presume podría orbitar más allá de Neptuno.

La hipótesis ha surgido luego de que Marilina Cesario, una historiadora medievalista, y el astrónomo Pedro Lacerda participaran en un proyecto conjunto encaminado a revelar cómo la gente del medioevo veía los cometas. Como parte de su estudio, combinaron antiguos registros de cometas con imágenes contemporáneas, algunas de ellas proporcionadas por la NASA, recoge el portal Live Science.

Tenemos una gran cantidad de registros históricos de cometas en inglés antiguo, irlandés antiguo, latín y ruso que se han pasado por alto por mucho tiempo”, asegura Cesario, quien añade que los documentos incluyen fechas y horas que los hacen útiles para los astrónomos modernos.

Lacerda señala que la información recopilada podría ser usada como una herramienta: “Podemos tomar las órbitas de los cometas conocidos actualmente y usar una computadora para calcular los tiempos en que esos cometas habrían sido visibles en los cielos durante la Edad Media”.

Los científicos sospechan de la existencia de este este hipotético gigante —apodado el ‘Planeta Nueve’— porque explicaría algunas de las fuerzas gravitacionales observadas en el cinturón de Kuiper, un disco circunestelar que orbita más allá de la órbita de Neptuno y que se cree es la fuente de los cometas de corto periodo. Allí se ha observado la conducta de varios objetos que apunta a que puede haber un cuerpo celeste de gran tamaño que ejerce una fuerza gravitacional sobre ellos.

Según el astrónomo, si en las simulaciones se incluye la existencia del ‘Planeta Nueve’, podrían usarse los avistamientos de los cometas medievales para verificar qué simulaciones funcionan mejor y son más precisas: las que lo incluyen o las que no.

“Cualquier indicación fuerte de que se necesita un ‘Planeta Nueve’ para adaptarse a los avistamientos de cometas registrados en la Edad Media será un resultado único y sin duda tendrá un impacto notable en nuestra comprensión del Sistema Solar”, concluye Lacerda.

RT